Capitulo I

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Link se encontraba descansando en su nuevo hogar en las tierras inferiores, específicamente en Farone.

Habían pasado un par de meses de que había derrotado al Heraldo y la paz había vuelto a las tierras de la luz, la lucha había valido la pena.

Link había decidido que se quedaría en las tierras inferiores a velar por la trifuerza, junto con su amiga Zelda y varios habitantes más.

A algunos pocos de los habitantes de Neburia, los más viejos principalmente, no les hizo gracia la idea de ir a vivir a las tierras inferiores pues Altarea ha sido su hogar desde hace décadas, por lo que se quedaron.

Los demás decidieron quedarse, siguiendo el ejemplo de Zelda y Link, y poco tiempo después ya habían construído un pueblo entero.

De a poco los habitantes lograron convivir en armonía con el resto de criaturas, estableciendo una gran amistad y cooperando para el beneficio de todos.

El héroe era el más aliviado de todos, pues fue él quien se tuvo que enfrentar directamente al Heraldo, y por poco había ganado. Aunque...

Algo raro había sucedido durante su batalla. No comprendía que era, sin embargo, recordaba ver al Heraldo tirado en el suelo, listo para el golpe final, Link se había abalanzado hacia el Heraldo con la Espada Maestra en alto, está embullida por el poder del rayo y la había clavado con todas sus fuerzas en el pecho del enemigo. Matándolo.

Lo raro fue que el Heraldo no intento levantarse tras caer al suelo como la última vez, como si se hubiera rendido, pero no era eso, más bien pareció que no pudo ponerse de pie.

Link ignoraba el porqué de esto, pero ya no importaba. El Heraldo estaba muerto. Punto.

Él al fin era libre de vivir su vida otra vez...

O eso creía.

-

Una mañana de verano, Zelda fue a buscar a Link. No sabía a quien acudir y su mejor amigo siempre estaba ahí para consolarla.

-¡Link! ¡Despierta, vamos! Necesito tu ayuda- Link se levantó, aún somnoliento y con el cabello por si ningún lado fue a abrir la puerta para encontrarse cara a cara con su amiga, quién tenía una cara de consternación.

-¿Qué sucede Zelda? Todavía es muy temprano- se quejó, tallandose los ojos.

-¡¿Temprano? Son las diez y tú ni siquiera te habías levantado!- replicó Zelda -Como sea, eso no importa, arréglate y trae tu espada, algo malo sucede, te explicaré cuando lleguemos.

-

Media hora después, Link se encontraba siguiendo a Zelda por el bosque de Farone. Caminaron lo que a Link le pareció una eternidad hasta llegar al Templo de la Contemplación.

-Link, la verdad, no sé qué pensar- comenzó con un toque de angustia -Luego de que vencieras al Heraldo, pensé que todo terminó, que al fin viviríamos en paz, pero... Cuando hacía una caminata por el bosque encontré... Esto.

Link abrió los ojos como platos.

Al lado izquierdo del templo, tras el árbol, se encontraba una especie puerta, pero está estaba hecha totalmente de algo parecido al cielo nocturno.

Era oscura y grande, de un negro brillante como la noche, tenía una perilla de madera roja y a su alrededor hacía un gran frío.

-¿Q-qué es eso?- preguntó Link con cierto dejo de preocupación.

-Lo he estado investigando en secreto desde hace unos días y llegué a la conclusión de que es... una brecha, un puente hacia... El mundo oscuro, el mundo de los demonios- contestó tristemente -Esta es la razón de los incidentes ocurridos estos últimos días, estoy segura que ya oíste hablar de ellos.

Link estaba entrando en pánico, pero entendía a lo que Zelda se refería. Hace días varios grupos de monstruos habían atacado el pueblo, nunca fue nada grave, pero días después, un boboklin se infiltró y asesinó a un señor.

La noticia los había dejado helados, y Link ya se temía lo peor.

-¿Qué piensas hacer?

-Recuerdo algo, es un viejo recuerdo de la diosa Hylia sobre el mundo de los demonios. Hace miles de años que la luz y la oscuridad están en conflicto por lo que uno siempre intenta librarse del otro, nuestro mundo y el mundo de los demonios existen paralelamente y uno no puede existir si el otro, nos guste o no, los necesitamos tanto como ellos a nosotros, pero... Siempre intentamos adueñarnos del otro mundo, y eso... Esta mal. Esta brecha es lo único que queda que une a nuestros mundos, debemos cerrarla, pero... Para cerrarla... Se tiene que cerrar de los dos lados, debemos cerrar la entrada a este mundo y cerrar la entrada al otro, de los dos lados y al mismo tiempo. Y no creo que el mal este de acuerdo con eso, por lo que...- Zelda rompió a llorar, Link la abrazó e intento calmarla, pero ya sabía el porqué de su llanto.

Le estaba pidiendo ayuda para cerrar la brecha. Uno de los dos se quedaría atrapado en el mundo de los demonios y no volvería a ver la luz del sol.

Estaría atrapado en la oscuridad para siempre...

En otro mundo (Ghiralink)Where stories live. Discover now