Capítulo 26: Un lindo cumpleaños

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Hoy es mi cumpleaños, se supone. No tengo idea de lo que estuvo planeando Sam durante este último mes, quizás haga una "fiesta sorpresa", pero no sé a quién vaya a invitar, no tengo muchas personas cercanas a mí, además ella sólo conoce a Luke, eso creo.

Por la mañana fui despertada por Ed, lo que nunca antes había pasado. No quería levantarme de cama, era casi las seis de la mañana y no había dormido bien debido a una pesadilla que tuve, lo típico. Ed me hizo bajar a la cocina, donde estaba Sam con un pastel que decía mi nombre; tengo que decir que me agradó el sabor, no fue tan dulce como aparentaba. Antes de ir a clases, mis padres adoptivos me desearon un buen día y luego murmuraron algo entre ellos mientras sonreían, ignoré eso para no pensar demás, estaba cansada y quería volver a mi cama.

Cuando Peggy entró a la sala y me miró, sonrió como siempre lo hace por las mañanas, aún no sé cómo puede tener tanta energía todo el día. Hasta ahora, ella ha estado intentando guardar el "gran secreto" que tiene con Luke, cada vez que intento sacarle alguna pista, cambia de tema, me ignora o huye al baño, pero bueno, eso ya dejó de importarme, asi que no le he vuelto a hacer más preguntas. Por otra parte, Luke sigue siendo el mismo, continúa teniendo celos por Alan, pero ya no lo dice directamente, él ha estado cada vez más cerca de mí, al igual que Alan, actúan como si no me diera cuenta de su pelea por territorio, intentan ganarme como a un objeto, si uno hace cierta cosa que me agrada, el otro compite por hacerlo mejor y así han estado por ahora.

El fin de semana me encontré con Zira y Leo, Luke los estaba llevando de paseo por el parque, yo había salido a distraerme un rato y llegamos a coincidir nuevamente ya que los perros volvieron a escapar de Luke y corrieron hacia mí, justo como la primera vez que nos conocimos. Se lo comenté y respondió algo incómodo que sí; él no sabe mentir, "me está ocultando algo" fue lo que pensé en ese momento, iba a preguntarle, pero llegué a la rápida conclusión de que sería algo imprudente, por lo que mejor opté porque darme callada y hablar de otra cosa. Pasamos toda la tarde juntos y la verdad, fue agradable, pero le hice creer que para mí había sido irrelevante todas las horas que estuvimos juntos debido a que no tenía algo mejor quehacer, pero realmente tenía algunas tareas que no había terminado, así que cuando llegué a mi casa tuve que correr a hacerlas. 

—¡Feliz cumpleaños, Hana! —Casi gritó Peggy corriendo a abrazarme. Acepté el abrazo de mala gana.

—No tengo idea de cómo supiste que era mi cumpleaños, pero intuyo que Luke tiene algo que ver en todo esto. —La miré con sospecha, ella solo rió incómodamente.

Sin siquiera notar su presencia, repentinamente, alguien comenzó a rodear sus brazos en mis hombros. Era Alan.

—Feliz cumpleaños, mi Lady. —Dijo cuando me giré a verlo, él aprovechó el momento y me dio un exagerado beso en la frente, lo que hizo que llamemos aún más la atención de los que se encontraban en la sala.

—Tus acosadoras se pondrán celosas si sigues haciendo cosas como estas. —Fruncí el ceño mirándolo con desaprobación.

—Siempre han estado celosas de ti. —Comenta riéndose al final. — Tranquila, si te molestan las mataré. —Dice dirigiendo su mirada a un grupo de chicas que nos estaban observando desde que Alan entró a la sala. No alcancé a ver qué expresión les mostró, pero ellas bajaron sus cabezas y comenzaron a alejarse.

El profesor llegó poco después y las clases iniciaron. En los recreos no vi por ninguna parte a Luke, tampoco sé por qué me preocupo tanto por él, Pensaba que sería uno de los primeros en decirme "feliz cumpleaños", hasta lo logré imaginar entrando a la sala para hacerlo, pero nunca llegó. Sentí cierta inquietud por eso, creí que en cualquier momento aparecería, mantuve ese pensamiento hasta la salida, sin embargo, no apareció. Mientras caminaba hacia mi casa me iba preguntando las sensaciones extrañas que había tenido últimamente; todo comenzó desde la mudanza y empeoró con la presencia de Luke.

Él es peligroso.

Ya estando en mi casa fui a mi habitación para cambiarme la ropa. Ni Sam ni Ed estaban debido a sus trabajos, me habían avisado que estarían llegando tarde este mes, así que no me sorprendió que la casa estuviese silenciosa. Después de ordenar mis cosas, me recosté en mi cama y cerré los ojos; estaba tan aburrida que no sabía qué pensar, al poco tiempo me quedé dormida.

(...)

—¿S-Sabes quién es? —Preguntó con la voz aguda y aniñada que tenía.

—Lo sabré cuando dejes de taparme. Hazte a un lado Dylan.

—Es alguien nuevo, c-creo que es una niña. —Dijo asomando más su cabeza e ignorando mis palabras —N-No es más grande que tú. —Continuó describiendo, hasta que de repente su cuerpo se volvió rígido y se apartó con rapidez de la ventana —¡M-Me vio! —Exclamó con expresión impactada y sorprendida.

—¿Y?

—N-Nada, solo fue r-raro.

_____________

—¿Q-Qué vas a hacer?

—Ayudarla.

—¿Estás segura? V-Vas a tener que enfrentarte a ellos.

—No me importa. Vuelve a tu cama, Dylan.

(...)

—¿.Hana?

Al abrir mis ojos comencé a sentirme mareada. Miré a la persona que me había llamado y fruncí el ceño.

—¿Qué haces aquí, Luke? —Pregunté completamente extrañada al verlo. Él estaba sentado al borde de la cama y me miraba con curiosidad.

—Vine a... vendarte los ojos —Respondió con expresión seria y dándole una corta mirada a la tela que tenía en las manos.

—Ah.

Después de escucharlo, recordé que era mi cumpleaños, me sentí muy estúpida.

Dejé que me tapara los ojos y caminé siendo guiada por él, nunca antes le había confiado mi cuerpo a alguien.

—¿A dónde me llevas?

—Eso no se pregunta, Hana. —Tenía que intentarlo...

—Bueno, entonces... ¿Dónde estuviste hoy? No te vi. —Comenté con curiosidad.

—No fui a clases.

—¿Por qué?

—Ya verás.

Cuando sentí que salíamos de mi casa, me dieron escalofríos; el ambiente estaba algo gélido, lo bueno es que no duramos mucho tiempo allí, después de unos minutos, subimos unos escalones y entramos en lo supuse que era una casa. Escuchaba unos murmullos frente a mí y rápidamente supe quiénes eran. Al quitarme la venda, pude observar las sonrisas de todos y oírlos decir claramente: "¡Feliz cumpleaños, Hana!"

Nos encontrábamos en la sala de estar de la casa de Luke, Peggy estaba a lado de Alan, que era quien sostenía el pastel y al otro lado de ellos estaban los padres de Luke, Sam, Ed y los perros que corrieron hacia mí. Tuve una sensación extraña, pero luego desapareció y comencé a acariciar a Zira y Leo mientras decía que no era necesario que hicieran tanto alboroto por mi cumpleaños, esas palabras no eran dirigidas a los animales, obvio. Dejando aquello de lado, fue un momento agradable, si se podría decir así, Peggy realizaba sus típicas escenas, Luke y Alan peleaban por mi atención y los padres se la pasaron hablando entre ellos, ya estaba acostumbrada a todo eso, por lo que solo pasé entretenida con los perros. 

Es el cumpleaños más tranquilo que recuerdo haber tenido.

Sin sentimientosWhere stories live. Discover now