EPÍLOGO

511 40 14
                                    


17 Años después

El amor no necesita ser perfecto, sino verdadero. Y tú y yo somos verdaderamente perfectos juntos...

Seguro se estarán preguntando quien soy yo y que pinto en esta historia, pero soy alguien importante... Ya lo verán.

—Ya llegue

Cierro la puerta de madera detrás de mis espaldas. Unos revoltosos pasos se escuchan chocar contra el piso flotante de la cocina. Y después seguido de risas.

Niego con la cabeza, al saber que mis padres no me han escuchado llegar. Sin embargo Jiji, nuestro pequeño gato, llega a mi encuentro y comienza a pasarse por mis piernas con la cola alzada. Se menea de lado a lado y luego se para en dos patas y comienza a rascar mi pantalón.

—Hola, Jiji. —digo acariciando al gato, él se tira en suelo esperando que acaricie su panza, mientras se retuerce feliz de que le rasque un poco.

Me levanto dándole una última caricia y cruzo el lumbral hacia la cocina en donde mis padres están con mi pequeña hermana. —Hola —saludo ambos.

—Oh, hijo—dice papá Yunho. No te escuchamos llegar ríe en mi dirección.

Sonrió y ruedo los ojos. Mi pequeña hermana de seis años está sentada en las piernas de papá Jaejoong, y está evitando que mi pequeña hermana se pinte la cara con los crayones de colores que tiene en la mano.

— ¿Cómo te fue el último día de clases?—pregunto papá Jaejoong. Su sonrisa se ensancha y una brillante sonrisa se deslumbro de sus labios.

Yo era la viva imagen de mi padre, grandes ojos negros, piel blanca y la misma sonrisa. Papá Yunho dice que somos como una fotocopia bien hecha, incluso ese gesto de cubrirme la boca cuando rio o sonrió son iguales. Dice que tengo las mejores cualidades de papá en mí.

Cabe decir que tengo la altura de papá Yunho y las personas que nos rodean dicen que soy frió como él, pero amable y directo y me parezco mucho a papá Jae en eso. Soy la unión de aquellos hombres que más amo en toda mi vida. Y eso me hace muy honrado.

Ser hijo de dos hombres que admiro...

—Bien. —dije sonriendo. Me incline besando la mejilla de Ji Yool, quien me sonrió. Sus brazos se extendieron esperando que la tome en brazos, la sostuve en mis brazos mientras le daba besos por toda la cara y ella se reía.

—No puedo creer que mi hijo este yéndose a la universidad —Dijo papá Jaejoong. Hizo un puchero y papá Yunho beso la frente de papá.

—Nuestro hijo ha crecido tan rápido. —resoplo mirando a papá Yunho. Desde que fue aceptado en la misma universidad que mis padres, la misma en donde ellos se conocieron cabe recalcar. Papá Jaejoong ha estado extremadamente sensible, aunque feliz por mí de vivir mi propia experiencia fuera de casa.

—Vamos, cariño —dijo papá Yunho. Nuestro pequeño vendrá a visitarnos seguido. —dijo él dándome una mirada confidente.

Asentí estando de acuerdo. Y sonreí. La puerta sonó y papá Yunho se levantó para ir abrir.

— ¿Cómo están los preparativos? —pregunte mirando a papá.

Mi padre se levantó de la silla que había estado sentado y sonrió. —Casi listo. —dijo. ¿Podrías cuidar a Ji Yool? Voy a llevar a tu padre a comer. Mientras el tío Junsu termina con el resto de la fiesta sorpresa para tu padre. No quiero que sospeche nada de su fiesta.

—Claro.

Hoy papá estaba cumpliendo otro  año más y todos estábamos como locos con los preparativos. Pero papá Jaejoong era el más emocionado. Todo tenía que ver con su misteriosa sorpresa.

LO QUE NUNCA TE DIJEWhere stories live. Discover now