Cuando la familia ya no es una

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Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

|Romanos 8:28|

Muchas veces no entendemos porque Dios permite ciertas cosas en nuestras vidas que nos dejan sin aliento y sin consuelo.

Es inevitable no sentir dolor en esos momentos y mucho más cuando creemos que vendrá lo peor: El divorcio de nuestros padres.

Ya sea que hayamos crecido en un hogar cristiano o no, las consecuencias son las mismas.

Dios creó el matrimonio para que fuera eterno porque representa la relación tan profunda e inseparable que Cristo tiene con su iglesia. Pero por causa del pecado las cosas ya no son tan perfectas.

Sin embargo, hay una hermosa promesa en la biblia que nos reconforta y es medicina para nuestros huesos: A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien.

Dios siempre tiene un plan en específico para cada una de nuestras situaciones. Dentro de su libreto no existe un "Plan A" y un "Plan B".

Las cosas tienen que suceder por una razón que quizá nos enoje o nos decepcione, sin embargo, al final se convierte en un positivo para nuestras vidas.

Ya sea que tus padres se divorcien o tengan un nuevo matrimonio, nunca debemos olvidar que, a pesar del enojo que puedas sentir, no podemos hacer nada por contienda o por vanagloria; debemos actuar con humildad, estimando a los demás como superiores a nosotros mismos (Filipenses 2:3).

Mateo 22:39 nos dice que debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Sé que al principio es difícil perdonar, pero debemos pedirle a Dios que nos ayude a hacerlo y debemos esforzarnos para que nuestra vida y nuestras decisiones reflejen a Cristo.

La biblia dice que Dios formó el corazón de todos los hombres y solamente Él sabe el destino para cada persona y el plan que tiene para cada uno de ellos.

Nuestros caminos no son los suyos, ni mucho menos nuestros pensamientos son como sus pensamientos. Por esa razón, te invito a que le abras tu corazón a Dios y le cuentes todas tus angustias, pídele que limpie tus pensamientos y transforme tu manera de pensar para comprobar cual es su voluntad y de esa manera entender cuál es el propósito por el cual permite dicha prueba.

¡Ánimo!

Dios nunca deja desamparados a sus hijos, sino que los cuida, los guía, los fortalece y los ama.

Él nunca te abandonará.

¡Adiós preciosuras!

Mi tiempo contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora