Mírame (JEANXREADER) [PAUSADA]

Cap 5

Se encontraban frente a las fogatas donde quemaban a los cadáveres, tu vista estaba fija en las llamas, ya no podías llorar, era como si tus lágrimas se hubieran secado. En tu cara no se reflejaba emoción alguna, inexpresiva y fría. Algo en tí se había roto, algo en tí había abandonado tu cuerpo, una parte de tí se había ido con Marco.

Viste a Jean acercarse a la fogata y caer de rodillas al suelo tomando en sus manos las cenizas que saltaban. Te conmovió verlo así, te diste cuenta que Jean Kirshtein no era lo que creíste que era, estabas tan errada sobre él, y lo confirmaste cuando lo viste levantarse y dirigirse a ustedes.

- chicos...ya saben a dónde se irán? - decía con dificultad - yo...yo me uniré al escuadrón de reconocimiento...

Lo viste derramar un par de lágrimas y lo miraste con asombro, nunca pensaste que él tomaría esa decisión. Le sonreíste con admiración y te acercaste a tomar su brazo en señal de apoyo. Él te miró sorprendido y luego te sonrió. A pesar de lo triste que era, la muerte de Marco de alguna forma los había unido.

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Estaba el comandante Erwin frente a ustedes haciendo el saludo militar y varios de ustedes lo hicieron, manteniendo tus brazos en esa posición viste como gran parte de tus compañeros se daban media vuelta y se iban, incluyendo a Annie, la miraste irse, a pesar de que sabías que ella ya había decidido ir a la policía militar te dolió verla partir. Miraste a tu lado y viste a Jean, a pesar de que veías el terror en sus ojos, lo viste mantenerse firme y sonreíste.

- bienvenidos al escuadrón de reconocimiento - dijo el comandante Erwin

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Había pasado casi un mes desde que te habías unido a la legión, te encontrabas sentada sobre un árbol mirando hacia el cielo, ya habían llegado al cuartel general de la legión y, hasta ese momento, no tenías mucho por hacer. Estabas sumida en tus pensamientos hasta que alguien llegó a tu lado.

- ey...- te dijo en forma de saludo

- hola, Kirshtein - dijiste sin si quiera mirarlo

Permanecieron en silencio durante unos minutos, hasta que Jean rompió el silencio

- Ral...- dijo titubiante - yo...yo quería disculparme contigo...

Negaste con la cabeza.

- por qué tendrías que disculparte? - dijiste confundida

- sé que no era de tus personas favoritas de la tropa

Soltaste una pequeña carcajada.

- yo debo disculparme contigo...- dijiste volteando a mirarlo - te odiaba porque consideraba que eras un cobarde y un idiota, un egoísta que sólo pensaba en sí mismo...pero, después de todo lo que ha pasado...creo que me equivoqué contigo, lo lamento

- no, tenías razón - dijo mirándote a los ojos - yo era todas esas cosas...pero Marco...Marco me hizo cambiar de opinión en todo...

- Marco era demasiado bueno...- dijiste con tus ojos llorosos - quizás tan bueno que este mundo no lo merecía...- dijiste con una sonrisa nostálgica que se borró en seguida - quizá yo tampoco lo merecía...- suspiraste para evitar el llanto

- Ral...- susurró Jean

- estoy bien... - dijiste borrando una lágrima rebelde que había logrado escapar de tu ojo - pensaba... pensaba que cuando se amaba a una persona no se podía vivir sin ella...- miraste a Jean con tus ojos cristalizados por las lágrimas - ...pero...sigo viva...- intentaste sonreír - creo que el amor está demasiado sobrevalorado...aún así...aún si, por qué tiene que doler tanto?

- supongo...- comenzó a decir Jean - que cuando entregas parte de tu corazón...esa parte se va junto a la persona que amas. Yo también lo extraño...él era el único que creía en mí...

Tomaste su mano en señal de apoyo.

-aunque te cueste creerlo, yo creo en tí, Kirshtein...- dijiste con una sonrisa en tus labios

Él se sonrojó un poco por el comentario y te sonrió de vuelta.

- creo que es hora de cenar - dijo Jean parándose rápidamente

Asentiste y ambos bajaron del árbol. Llegaron al comedor y se sentaron en la misma mesa que Sasha, Connie, Reiner y Bertholdt; una vez terminaron de cenar fuiste a tu habitación para intentar dormir.

Las horas pasaban y tú no lograbas conciliar el sueño, suspiraste y te vestiste, saliste de tu habitación sin hacer ruido y fuiste en camino al árbol en el que habías estado, miraste el cielo estrellado y suspiraste.

- Marco...soy yo otra vez - dijiste sin despegar tu vista del cielo - tú debes estar bien, verdad? el cielo debe ser hermoso...- tu vista comenzó a nublarse por las lágrimas - te extraño...- dijiste sin poder contener tu llanto - te extraño tanto...por qué? por qué te fuiste así? por qué me abandonaste así?...por qué? por qué no me dejaste amarte?...

Tu llanto era incontenible, te abrazaste a tí misma en la oscuridad de la noche, cuando ya estuviste un poco más recuperada, te dirigiste al interior del cuartel en dirección a la cocina, tomaste un gran vaso de agua y volviste a tu habitación. Te esperaba un largo día de entrenamiento y tú no habías podido descansar nada.

Ya eran casi las 06.00 de la mañana, decidiste levantarte y fuiste directo a comer algo.

Estabas terminando de comer cuando aparecieron tus compañeros a tomar desayuno. Cuando todos terminaron de comer fueron a entrenar a cargo del capitán Levi, fue un duro entrenamiento pero, lograron realizarlo con éxito. Luego de eso el comandante Erwin reunió a los superiores, cuando terminaron su reunión se les informó que saldrían de las murallas para recuperar el muro María y llegar al sótano de los Jaeger, por fin saldrías fuera de los muros!

Estabas nerviosa y emocionada, siempre habías querido salir de los muros.

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