Notas

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Stephen estaba preocupado por Tony. Hacía ya tres días que el castaño iba a beber café y a leer como solía hacerlo cada tarde.

  -¿Crees que esté enfermo?-. Pregunto a Palmer quien rodó los ojos.

  -Stephen...-. Comenzó la joven. -Es un día hermoso, casi no hay clientes y tú me estás haciendo la misma pregunta desde que empezó nuestro turno-.

  -Lo sé, lo siento-. Se disculpó levemente avergonzado.

La puerta de la cafetería se abrió y Tony entró. Sonreía como todo los días.

  -Ahí está. Sano y salvo-. Tomó su pequeña libreta y fue a atender al castaño.

Stephen tomó una servilleta y un lapicero, tomó un profundo suspiro y comenzó a escribir.

"Te ves lindo hoy". Mordió nervioso el lapicero y agregó "S.S". Era una nota sencilla, pero de verdad anciaba decirle aquello, además le daba sus iniciales, por algo había que empezar.

Cuando Tony recibió su café sonrió viendo la rosa amarilla y después la nota. Pidió prestado el lapicero de Christine y escribió una respuesta.

"Quisiera verte. Así sabría si eres lindo también". Le entregó la nota a la chica y le indicó que la devolviera. Ella asintió, fue a atender un par de mesas más mientras Stephen tomaba la orden de otros clientes en la barra.

(...)

  -Que románticos son, pero yo quiero besos y...-.

  -Christine-. La reprendió suavemente Stephen mientras abría la puerta de su departamento.

  -Bien, bien cierro la boca-. Sonrió pasando y se sentó en el sofá. -Pero ya enserio, ¿No pueden verse ya?-.

  -Nop-. Negó llendo a la cocina. -Y baja los pies de la mesa-. Christine rió e hizo lo que Stephen le había pedido.

Libros, Café y Rosas | Ironstrange Where stories live. Discover now