Capítulo 5

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Al llegar a mi despecho tome mi pistola, se la di a Sebastián y sonreí.

Matalo -ordene y el asintió, se colocó frente al hombre el cual temblaba del miedo y sin dudarlo Sebastián le dio un tiro con muy buena puntería en el centro de su frente y ahí lo supe-.

Debería confiar en el, aunque por supuesto no por completo.

Mis empleados limpiaron el desastre de ese hombre y los del jardín, le di tres días libres a Sebastián, hoy regresaría y tenemos entrenamiento. A las 8 en punto fui al jardín y comenzamos a entrenar, en una oportunidad el me derribó al piso y me extendió la mano para ayudarme a levantar cosa que yo aproveché para tirarlo al suelo y me senté sobre su abdomen.

La mire a los ojos está chica era hermosa Joder Sebastián en que piensas ella es tu mision.

-Sonreí al ver su mirada fija en mis ojos y me acerqué a su odio-. Nunca confíes y mucho menos en tu enemigo -susurre en su oido, me levante y me fui a mi habitación dejándolo tirado en el piso.-

Una regla básica en combate aunque fuera práctica es nunca confiar en tu enemigo.

Me di una ducha, baje a la cocina y le di el resto del día a Sebastian, hoy tenía una entrega pero la haría sola.

En la noche me vestí fui a la entrega de armas, y al finalizar recogí todas mis armas y las lleve al camión para irme a casa, a veces las cosas sola me salían mejor.

Que? Acaso no puede una chica linda ser la reina de la mafia rusa y manejar un camión?

No se ustedes, pero yo si.

La Reina Soy Yo♡.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora