¿Que pasaria si un día tienes que casarte con un desconocido por culpa de tu padre? ¿Que no puedes siquiera negarte ante ese hecho? Eso le sucede a nuestra protagonista Momozono Yukiji quien tras una serie de eventos debe casarse con Byakuya Togami...
Me sentía fuera de lugar, aunque todos sin excepción se acercaron a felicitarme no podía quitarme la sensación de incomodidad al verlos sonriendo tan falsamente, creo que comprendía mejor el por qué Togami actuaba de esa forma, haber crecido en semejante ambiente era lógico! Pero a qué precio? Que tuvo que sacrificar para estar donde está?
-Felicidades- una reconocida voz sonó y me hizo volver a mí realidad- Hermano es una noticia muy inesperada, además no creí que tendríamos en la familia a tan linda chica- su sonrisa forzada y el tono agrio de sus palabras fueron suficientes
-Gracias Kazuya- fue la seca respuesta de Togami y yo me limité a sonreírle.
El más viejo de todos nos invitó a Togami y a mi a celebrar con una cena, por lo visto no podíamos negarnos, así que mi estancia en aquel lugar se extendería más de lo que había planeado.
-Oye Togami, acaso Kazuya no puede abrir la boca y echarnos de cabeza?- pregunte una vez salimos del lugar u caminábamos por el pasillo.
-No lo hará, investigué sobre ese contrato y tal parece que ninguno de mis otros hermanos sabe de su existencia, quería tomar esa ventaja y arrinconarme para obtener el puesto de presidente, realmente pensó que con eso podía derrotarme aunque es muy probable que sepa que nos divirciaremos tan pronto todo quede solucionado-
-Eso no será malo?-
-Para entonces no podrá hacer nada, me quedó claro cuando mantuvo la boca cerrada hace un rato-
-Mmmmmmm- quise analizar la situacion a profundidad- Ah! Por eso dijiste eso de que ayudabas a mi empresa por mi, no?-
-Parece que hay veces que ocupas el cerebro, pero esa no fue la única razón-
-Hay más?-
-Se habían extendido rumores y para que no indagaran donde no los llamarán revele nuestro compromiso-
-Osea que fui utilizada como cabeza de turco-
-Exactamente- admitió sin pena y yo suspiré.
-Por cierto, ahora debo presentarme como tú prometida?-
-Si, sólo unos cuantos de mi confianza saben la verdad por lo que para el resto serás la futura señora Togami-
-Ufff por tu tono de voz me diste a entender que eso es peor a la muerte-
-Y tú qué crees?-
-Hey! No lo hago por gusto.... Además tú padre también tiene parte de culpa- susurré eso último pero parece que si me escucho pues me chasqueo la lengua -Oye y que se supone haré hasta la hora para ir a cenar? No es muy conveniente irme y luego regresar-
-Eso no es asunto mío mientras no causes problemas con el gafete puedes andar por varios pisos pero no puedes accesar a las áreas restringidas entendiste?- dijo y yo sonreí
-Muchas gracias por su preocupación señor presidente- dije en broma y él me miró molesto solo se metió a su oficina y me dejó sola- Es buena gente en el fondo- susurré y al darme vuelta para iniciar mi exploración por las instalaciones me topé de nuevo con aquella chica de la mañana, me veía con odio.
-Hola!- dije nerviosa- Estás bien de aquel golpe?-
-C-como si te importara- me dijo mordiendose un dedo
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