Capitulo 1

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Sabía que el estaba prohibido.
Sabía lo que estaba haciendo estaba mal.
Pero quería seguir probando este fruto prohibido.
Estos encuentros clandestinos.
Pero no había vuelta atrás...

No tenía el control de mi cuerpo, volvía a estar debajo de él, siendo sometido hasta el limite, entrando y saliendo de mi cuerpo. Todos mis sentidos estaban perdidos, solo la lujuria estaba presente, dejaba que entrara hasta lo más profundo de mi cuerpo, quería todo de él, que me perteneciera, quería que este fruto prohibido, los besos nunca hacia falta, mi cuerpo quería más, cuando las luces se apagaban, nuestros cuerpos se buscaban, dejando marcas de  mis uñas en todo su espalda, mientras tu lo dejabas en mi cuello, donde tendré que buscar una escusa si no llegaba a ocultarlos. 

Volviendo a pensar cuántas veces había caído, cuántas veces volvía enredarme en esas malditas sabanas de seda, cuántas veces me perdería en tu cuerpo y  voz, cuántas veces volvería a caer en esta intoxicante relación... YA HABÍA PERDIDO LA CUENTA. 

Perdido en mis recuerdos, recordando, si no hubiera tomando ese día, no hubiera terminado debajo de las sabanas de ese hotel, el mismo día que nuestros hermanos se casaban.

Si no hubiera abierto mi corazón al igual que mi cuerpo, si no me hubieran terminado un mes antes con mi supuesta pareja, no hubiera estado tan vulnerable; simples excusas. (escusa barata, como decía mi hermano)

Vuelvo a la maldita realidad, cuando veo a mi hermano cargado a mi sobrino, al año de casarse dio el primer nieto y un maldito año, siguiendo con esta intoxicante y loca relación a escondidas.

-Una moneda por tus pensamientos Cheng Cheng - acercándose, sabiendo que torturaba sus pensamientos- Deja de pensar en cosas aptas para adultos, hay un bebe aquí - dándole un beso en la frente a su hijo.

-Tsk, nunca mancharía la mente de A-Yuan, ni dejaría que terminé como tú - viendo el pequeño miraba con mucha atención a su progenitor.

-Soy una buena madre y esposa - sentándose en la silla en frente y dejando al bebe en una silla especial para ellos.

-...-

-Oh, vamos, yo no soy el que se acostó con alguien que supuestamente tiene pareja y le dio su primera vez.

Ahora si lo dejaba viudo y sin madre a su sobrino y cuñado, iba a matar a su hermano, lo iba a lanzar del maldito balcón, tenía que hacerle recordar lo que sucedió ese día, pero también le debía enormes favores.

-Dime para que me llamaste, no creo que simplemente para tener un momento de caridad en familia. - controlándose.

-Quiero saber si mi teoría es cierta y porque aquí nadie, en mi hogar, hay gente tan falsa - sonriendo, como si estuviera a punto de hacer una travesura.

-Qué estas planeando, idiota, no es suficiente que su Tío ya te acepte por tu hijo, que creo que estaría más que alegre de cuidarlo, para que no termine como tú.

-Jajajajaja el Tío Qiren, me ama más que la pareja de Lan Xichen.

Ante ese comentario, sabía que era verdad, de la incomodidad que tenia el mayor de los Lan, ante el mencionado, aunque no soportaba mucho a su hermano, sabia que si tenia que elegir, obvio que elegiría a Wei Ying, antes que ese guacamayo amarillo.

Pero no podía competir contra él, el tenía al hombre que  estaba metido en mi cama y en mis pensamientos, recordando que solo  días atrás se habían vuelto a enredar en la oficina del mayor, cuando fui a ver unos documentos de asesoría, simplemente una sonrisa y pocas palabras, había caído rendido ese enorme sofá de su despacho, intentando controlar mis gemidos, para que no sea escuchado, fuera de la oficina, en cada embestida haciendo que pierda en conocimiento y la poca vergüenza, haciéndolo varias horas y diferentes poses, para luego enterrarme que su oficina era anti sonido.

ClandestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora