Claudia Mijangos: La hiena de Querétaro.

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Claudia Mijangos; quien tuvo una infancia muy feliz, sin ningún tipo de maltrato y que incluso llego a ser reina de belleza, nacida en Mazatlán Sinaloa. El dinero nunca le falto y al morir sus padres, le dejaron una muy buena herencia. Tiempo después conoció a Alfredo Castaños, con quien se casó y se fueron a vivir a Querétaro. Alfredo era un empleado bancario y a pesar de que el dinero no les faltaba, Claudia decidió abrir una tienda, en un lugar llamado "pasaje de llata", donde vendía prendas muy exclusivas.

Claudia y Alfredo tuvieron 3 hijos los cuales se llamaban Claudia María Castaños, Ana Belén Castaños y Alfredo Antonio Castaños. Sus hijos iban en un colegio católico, donde Claudia daba clases de catequismo, ética y religión.

Se dice que Alfredo golpeaba de sus hijos, era muy exigente y posesivo con Claudia. Para resolver esto, deciden ir a terapia de pareja, pues Alfredo comenzaba a tener algunos problemas psicológicos. Las terapias no funcionaron, pues Claudia también comenzó a tener algunos problemas.

Para bien de ambos, deciden divorciarse y Claudia queda con la custodia de los niños, sin embargo ella comienzo a tener sentimientos por alguien más, para ser más específicos, un cura. Su nombre era Ramón.

A los 33 años los problemas psicológicos de Claudia empeoran, pues comienza a ver cosas y escuchar voces que rondan por su cabeza.El día 23 de Abril de 1989 Alfredo Castaños, quién era el padre de los pequeños, llevó a sus hijos de paseo. Después de volver, Claudia y Alfredo comenzaron a discutir, no sólo por sus problemas psicológicos, sino también por los rumores de que estaba con el sacerdote.

La pelea que tuvo con su esposo provocó que quedará en un estado de crisis nerviosa, ya que la maltrato psicológicamente y la amenazo, diciéndole que si tenía algo con Ramón se iba arrepentir. Pero nunca se comprobó sobre su relación.

A las 4 a.m. Claudia despierta por las voces que estaban hablando en su cabeza, Claudia se quedó un rato sentada escuchando lo que le decían las voces y tratando de comprender si lo que le decían las voces era verdad. Después de eso, se vistió y se dirigió a la cocina, tomo 3 cuchillos.

Se dirige a la habitación del más pequeño de sus hijos; Alfredo Gutiérrez. Tomo a su hijo y comenzó atacarlo, le dio repetidas puñaladas por todo su cuerpo y llego al extremo de amputar su muñeca con el mismo cuchillo, los gritos del más pequeño despertaron a su hija mayor; Claudia. Ella llegó al cuarto de hermano para ver qué era lo que estaba sucediendo, fue aquí cuando Claudia la vio y se abalanzo sobre ella La apuñalo 6 veces, lo que provocó que le perforara los pulmones, a pesar de eso seguía viva, por lo que logró salir de cuarto y caminar hasta la puerta. Según el testimonio de varios vecinos, se podía escuchar como la niña gritaba y le pedía a su madre que no lo hiciera.

Mientras tanto Mijangos tomo un tercer cuchillo y se dirigió hacia su hija menor, Ana Belén, la cual tenía 9 años. La apuñalo directamente en el corazón, lo que provocó que se muriera de manera rápida.

Mijangos se dirigió hacia donde se encontraba su hija mayor, la encontró desmayada, pero aún respiraba, para terminar con su vida, se montó sobre su hija y la apuñalo de nuevo. Tomo a su hija y la subió de nuevo hasta su habitación y puso su cuerpo sobre la cama. Esto provocó que los vecinos comenzaban a asustarse.

Su amiga Verónica Vazquez fue a visitarla a su casa, pero al entrar se topó con una gran sorpresa; la casa estaba llena de sangre, había huellas de manos y en el piso charcos de sangre, Verónica caminó por la casa y encontró el cuerpo del más pequeño de sus hijos, el cual se encontraba a la mitad de las escaleras con un charco de sangre a su alrededor. Claudia le dice sus hijos habían jugado con Cátsup. Verónica no le creyó y llamo a la policía.

Al llegar a su casa, pudieron observar que la casa estaba llena de sangre por doquier, pues los niños habían sido asesinados en distintos puntos de la casa, los cuchillos estaban por diferentes partes de la casa. Por otra parte, pensaron que también Claudia estaba muerta porque estaba llena de sangre y también por las heridas que tenía en las muñecas, las cuales ella misma se ocasiono.

Después descubren que Mijangos se encontraba viva, se encontraba en estado de shock y fue llevada al hospital. Algunas personas decían que el responsable de los actos había sido Alfredo, pero después de las respectivas investigaciones, se logró determinar que Claudia Mijangos había cometido los crímenes.

Al despertar en el hospital algunos agentes comenzaron a preguntarles sobre lo sucedido, pero ella solo les decía que le dejaran ir porque debía de ir por sus hijos al colegio, también decía que debía de darles el desayuno a sus hijos o que simplemente sus hijos se encontraban en su casa.

En una ocasión le preguntaron sobre sus hijos y ella simplemente respondió:

"Yo quiero mucho a mis hijos. Son muy buenos y nos son traviesos"

Claudia se encontraba en un estado donde no quería aceptar la realidad de lo que sucedía. Llegó a decir que el sacerdote Ramón la había poseído y él era el que la ordenaba hacer cosas. También que le había hecho un maleficio.

Su amiga Verónica, cuenta que con sus hijos siempre fue cariñosa, amable, pero en los últimos meses se había mostrado algo violenta y con actitudes un tanto extrañas.

Las investigaciones afirman que por lo menos había 10 litros de sangre por toda la casa, la puerta de la alcoba se encontraba entreabierta. En la esquina de la recámara, sobre un sillón había dos cuchillos de cocina, uno de 40 centímetros y el otro de 33 centímetros. Se encontró en la recámara de Claudia y Ana Belén, un tercer cuchillo de 32 centímetros.

Mijangos enfrentó su proceso en el penal de Querétaro y finalmente el 19 de septiembre del 1991 fue recluida en el anexo psiquiátrico del Centro Femenil de Readaptación Social de Tepepan, al sur de la Ciudad de México.

La casa de la "Hiena de Querétaro", en donde ocurrieron los trágicos asesinatos, durante años fue el escenario de rituales satánicos hasta que tapiaron completamente la vivienda.

El juez le impuso la sentencia más alta que se puede dictar en este tipo de casos, 30 años. Se cuenta que lleva un diario donde escribe cosas sobre su vivencia, piensa publicarlo cuando salga de todo esto que está ocurriendo.

Su casa se encuentra abandonada, pues ella al ser la propietaria, nadie puede reclamarla, al igual que hay una fuerte actividad paranormal ahí dentro. Se dice que se escuchan los gritos de los niños y siluetas de los mismos.

Por otra parte, el 24 de abril, en el exterior del penal ya la esperaban 2 personas, aparentemente sus familiares, quienes llegaron al lugar a bordo de una camioneta Mazda CX7, la mujer vestida de azul y con el cabello rubio subió sus pertenencias a la cajuela de la camioneta y posteriormente abordó el vehículo y se retiraron.

𝑪𝒂𝒔𝒐𝒔 𝒎𝒊𝒔𝒕𝒆𝒓𝒊𝒐𝒔𝒐𝒔Where stories live. Discover now