Promete Que Siempre Estarás Conmigo [Harmione]

Capítulo 15 - Desde las Fauces de la Derrota...

El cuerpo sin vida de Harry yacía en el suelo, sin un movimiento de estremecimiento, nada. Narcissa Malfoy caminó hacia el cuerpo de Harry para ver si estaba realmente muerto. Voldemort había caído al suelo al matar a Harry, sintiendo que había perdido otro Horcrux, ¿podría ser? No, no podría ser, imposible. Él ha sobrevivido antes y podría muy bien hacerlo de nuevo.

"¿Está muerto?" El Señor Oscuro le preguntó a Narcissa, quien se inclinó sobre el cuerpo de Harry.

** Mientras tanto **

Ron se sentó en la esquina del Gran Salón, sintiéndose enojado y triste al mismo tiempo. ¿Sus mejores amigos estaban juntos a sus espaldas? Le había contado sus sentimientos por Hermione a Harry, y ahora, ¿estaban besándose justo delante de él?

También se sintió muy triste, Harry se fue, sacrificándose para poder salvar el mundo mágico, dejando a todos con una oportunidad. Ron se sintió culpable por estar enojado con Harry, se sacrificó por ellos, no tenía el derecho. Por cierto, Hermione está sentada sola, probablemente con el corazón roto, sin nadie para consolarla ahora que Harry se ha ido, y Ron, siendo el tonto que era, sentado y sintiendo lástima por sí mismo. Hermione lo había perdido todo, sus padres, su mejor amiga y el amor de su vida. Él debía ayudarla.

Levantó la vista de sus manos, había gente todavía corriendo, cuidando a los muertos y heridos. Volvió la cabeza de izquierda a derecha, pero no vio a Hermione ahí. Salió del Gran Salón, mirando a izquierda y derecha, todavía no podía verla.

Hermione se sentó en las escaleras de piedra en la torre de Gryffindor. Apoyó el hombro y la cabeza contra la pared. Sus ojos eran de un rojo intenso, las venas de sangre corrían como ríos desde su iris. Su mirada estaba vacía, una lágrima bajó por su mejilla. Se le habían acabado, lo había perdido todo. Su corazón se hizo pedazos, sus sentimientos dispersos. Se sentía completamente destruida, incapaz de hacer nada.

Ron caminó de un corredor a otro, de una escalera a otra, incluso revisando la biblioteca destruida. "¡Vamos Ronald, piensa, piensa!" Se dijo a sí mismo. "¿Dónde estarías si fueras Hermione?" Luego recordó en su sexto año, cuando Ron estaba con Lavender, y Harry y Hermione se sentaron en las escaleras en la torre inferior de Gryffindor, ese es un recuerdo poderoso. Él fue allí de inmediato.

Hermione miró en la pared frente a ella, sin moverse ni siquiera encogerse de hombros. Estaba profundamente arraigada en los recuerdos de ella y Harry, durante algunos cayendo una o dos lágrimas. Aquí la había consolado la última vez que le rompieron el corazón, sintió su presencia a pesar de que no estaba allí. Podía oír a alguien bajar las escaleras detrás de ella. Pero no se movió, no le importaba.

Justo como Ron pensó, allí estaba ella, sentada en el escalón más bajo con la cabeza y los hombros apoyados contra la pared. Parecía rota, esos ojos rojos que explotaban no lo hacían mejor. Finalmente se puso a su lado, sentándose.

"Pensé que podrías haber deseado compañía..."

Sin respuesta.

"Solo quería compartir esta pérdida contigo, haciéndolo más fácil..."

Sin respuesta.

"Mira, lamento cómo reaccioné antes, es solo que..." se detuvo y se dio cuenta de que amarla era lo último que necesitaba escuchar en este momento.

Ella lentamente movió sus ojos para mirarlo, Ron nunca había visto tales ojos llorosos. La mirada que Hermione le dirigió no dijo nada, solo lo miró fijamente, sin sentido, nada. Volvió a mirar hacia adelante, sin mover ni un músculo. El sol de la mañana había llegado, había empezado a iluminar el mundo a través de las nubes gruesas. Aunque un pequeño agujero en las nubes hizo que el sol brillara sobre los ojos de Hermione, haciéndolos brillar.