Fuerza de Voluntad

Ese día una parte de mí, murió con ella...

Siempre me pregunte qué tan difícil era llenarte de valor y dejar los miedos atrás, pero la respuesta vino sola.

Algunos no salen de sus miedos, algunos se hunden en ellos, y mueren con ellos, al entrar en desesperación, sin poder ver la salida, sin motivos para seguir, solo saltan al abismo, terminar con su vida es la única puerta, de escape.

¿Triste verdad? Dirán que estupidez es morir por no tener el valor de enfrentar aquello que los atormenta, pero les diré, no es una estupidez, ellos no se dieron por vencidos de un día para el otro, ellos lucharon con cosas que ustedes jamás entenderán, no trato de justificar lo cobarde que es morir de esa manera, solo trato de ponerme en su lugar.

Marzo 2015, mi bonita te veías tan radiante como siempre creyendo ciegamente en todo, confiando en cada palabra, te mostrabas feliz, y tal vez lo eras, a tu manera tratabas de encontrare sentido a tu vida, cuando no tenías a nadie, llego alguien a ti, quien con su cariño y su forma de ser te mostró una luz en oscuridad, eras feliz o eso querías pensar, paso el tiempo, tu vida se volvió triste, aquel que una vez sacaba sonrisas en ti, te estaba matando de la manera más lenta, sus celos, su control sobre ti, al principio no era para tanto, al principio parecía normal, no tenías nada que ocultar, pero el sí, el hacía cosas que no te imaginabas y proyectaba sus miedos en ti, y se desquitaba contigo, con la excusa estúpida de que sus celos enfermizos eran amor, que no quería perderte, pasaron dos meses , le creíste una vez más, pensando que cambiaría, confiaste en él, pero volvió a fallarte, y cuando decidiste dejarlo, ese día, empezó el infierno para ti. Quién pensaría que aquel chico con el que parecías feliz, quería matarte, porque su ego jamás acepto que lo dejaras.

Julio 2015 quien pensaría que pasabas los peores infiernos a su lado, que no podías gritar, que tu fuerza de voluntad se había desvanecido, fuiste perseguida, asechada, mortificada, poseída, presa del dolor, presa de tus miedos, presa de ti misma, pasaron meses, te sentiste aliviada el ya no te molestaba, creíste que se había olvidado de ti, hasta que te topaste con él, un poco más de una semana antes de que acabara.

Diciembre del 2015, un día frió, y oscuro, te golpeo, asfixio, abuso de ti, como si no fueras nada, tenías la boca tapada con su mano izquierda, no podías gritar, mientras que su mano derecha te asfixio hasta perder el sentido, apenas despertaste, tenías mucho dolor en todo el cuerpo, semidesnuda ante él, donde nadie podía verte, donde nadie podía oírte, cogiste tus prendas, te vestiste en llantos, y él seguía ahí mirándote, disfrutando verte muerta de miedo, en tu mente no había nada más que solo salir de ahí, él te siguió y dijo "no digas nada, sabré si abres la boca" qué habrá pasado por tu mente para solo salir de ahí, se requiere fuerza de voluntad para siquiera pararte, notaste como él te seguía, te observo, te siguió hasta casa; una vez que entraste, quien sabe si se fue. Te refugiaste en tu cuarto, el único lugar donde nadie te vería, no recuerdo cuanto tiempo estuviste en la ducha llorando, sintiendo asco por todo lo que te había hecho, sintiendo que no valías nada, él te había quitado las ganas de vivir, había acabado con esa alegría que irradiabas, lo odiaste como se odia a todo aquello que no debe existir, y entonces cuando decidiste hacer como que nada paso, el volvió a buscarte, fue hasta dónde vives y armo un alboroto, te tacho de loca, y exigía verte, recuerdo que a tu madre poco le importo qué pasaba, solo quería no pasar vergüenza con los vecinos, te arrastro como si fueras un objeto, y tu gritaste e imploraste que por favor no te llevara con él, le suplicaste una y otra vez, te sujetaste del marco de la puerta hasta que tu madre que te soltó y te encerraste en tu cuarto a pesar de los gritos, a pesar de todo decidiste no salir de ahí, no confiabas en nadie, te sentiste sola, vacía, sin fuerzas, y ese dolor te estaba hundiendo consigo, mi hermosa niña, qué pasaba contigo, qué pasaba por tu cabeza, lloraste hasta quedar dormida, nadie vino por ti, nadie pregunto por qué no querías ir, él se fue pero prometió regresar hasta verte, paso un poco más de un mes, era como si nada hubiera pasado.