Capítulo 6: El nos salvo.

41 5 2
                                    


Noah:- cómo te había dicho mí padre murió, con todo el desastre que causaron esas horribles cosas.

Estaba en el instituto, papá trabajando y mamá con mis hermanos en la casa. Ya era hora de que yo saliera de clases, sonó mí celular, era mi padre decía que tenía que volver lo más antes posible a casa, el tardaría pero estaría ahí también.

Tome mí bicicleta y con mucha velocidad fui hacia casa, yendo hacia allá escuché unas sirenas de policía, papá me había dicho que hubo un incidente en el centro.

Llegue, estaba todo oscuro como si nadie estuviese en casa.

Jac:- ¿los encontraste ahí?¿a tu familia?

Noah:- entre por la puerta de atrás, estaban en la cocina, con las luces del resto de la casa totalmente apagadas, mamá lloraba y parecía desesperada buscando ropa y juntando mucha comida en unos bolsos, los niños, mis hermanos, parecían como si no entendieran lo que pasaba y mí viejo padre, el estaba en silencio mirando cuidadosamente por la ventana como si algo pasaría. Yo no entendía nada.

Papa al verme dijo:- hijo ven, tienes que ayudarme y estar tranquilo sabes?

Noah:-¿Qué le pasa a mamá y por qué hay tanta comida sobre la mesa?

Papa:-ssshhh, baja la voz hijo, nos tenemos que ir de la ciudad algo está mal...

Noah:-¿Qué está tan mal? Pregunté asustado.

Me llevo a otra habitación para que no escucharan mis hermanos y me dijo:

Papa:- tienes que ayudarme a defender a nuestra familia! Del armario saco la escopeta y una pequeña pistola.

-¿recuerdas cuando íbamos a cazar y a practicar?

Noah:-si si claro.

Papa:-trata de apuntar bien hijo, hoy en el mediodía me llamaron y dijeron que hay una especie de epidemia o plaga que está afectando mucho a las personas, entendí muy poco, además dijeron que es muy peligroso quedarse en la ciudad.

Noah:-¿Quién te dijo eso?¿a dónde vamos a ir?

Papa:-un policía amigo me lo dijo y vamos a dirigirnos al campo de tus abuelos que está en las afueras de la ciudad, ahí vamos a estar seguros.

Subimos todos a la camioneta y salimos lo más rápido posible del barrio, en camino hacia el campo donde estaban mis abuelos.

En ese momento no sabía específicamente de que estábamos huyendo tan rápido, pero, esa misma noche ellos aparecieron.

Estábamos a la mitad del camino, la camioneta pincho y luego de caminar mucho. Veo en la oscuridad unos ojos brillosos que se movían con mucha agilidad, tan rápido que apenas los podía ver. Los caminantes atacaron a mí padre devorando su rostro con fácilmente, el nos salvó, mi padre los atrajo hacia el para que escaparnos pero desgraciadamente perdí de vista a mí madre y hermanos.

InfectadosWhere stories live. Discover now