【14】

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Tu y yo no nos separamos para nada en los siguientes días, ya nadie nos impedía que estuviéramos juntos así que quedamos completamente pegados.

Volviste a reírte de las bromas, volviste a tener color en las los labios, en las mejillas, en los ojos. Tu desnutrición se había ido casi por completo, tus golpes se borraron y tu lágrimas se evaporaron . Ya no te oía llorar por las noches. Todo era perfecto.

Habíamos ido a una feria, Dios, tu me tomaba de la mano, está sensación no quiero que termine nunca.
No se como te sientes con respecto a nosotros pero disfruto cada momento que pasamos juntos.

Debo admitir que siempre fui muy malo para los juegos de las ferias , yo sabía que estaban hecho con trampas. Quería que fuera como en esa historias en las que ganaba peluches y cosas para ti. Sin embargo el destino tenía otros planes para mi.

-Y. . . ¡Tenemos un ganador!

Tu me miraste con sorpresa al mismo tiempo que te daban el premio que ganaste. Era un peluche horrible, para ser sincero.

-Eres todo un ganador-Te elogié.

-Oh, ¡Gracias! Conozco los trucos de los juegos, con mis padres siempre. . . Bueno.

Noté como bajaba la cabeza con melancolía.

-Esta bien, Butters.

-Era bastante divertido. . . En fin, Tomalo.

Pensé que sólo querías para que los sostuviera, pero tu me miraste como esperando un 'Gracias'.

-¡Oh! ¿Es para mi?-Pregunté confundido.

-¡Obvio! Es un regalo.

Miré al peluche confundido; era un pato con sobrepeso, la faltaba un ojo y se tenía una expresión horrible.

Me reí pensando que sólo querías descartar ese tan horrible muñeco, pero se que tu era demasiado bueno como para hacer eso.

Ahora el peluche no parecía tan horrible.



Estábamos comiendo un helado en un pequeño puesto que había dentro de la feria. En un momento en que nuestra conversación se había vuelto completamente animada me silenciaste y señalaste hacia el suelo. Bajé la mirada y había un pequeño conejo parado en sus dos patitas oliendote con curiosidad.

Ambos nos mantuvimos en silencio con una sonrisa en nuestros rostros tratando de no hacer movimientos bruscos para no asustaste al pequeño animal. Sin embargo el se asustó.

Tu, entré risas, me tomaste de la mano y empezaste a correr tras el hacia el bosque que estaba junto a la feria. Al poco tiempo también empecé a reír por la falta de aire y por la ridícula situación, el conejo ya se había ido y nosotros estábamos parados en medio de varios árboles. Caímos al suelo para recuperar nuestros alientos y al parar nuestras risas nos observamos directo a los ojos con una sonrisa vigorizada.

Hey- Dijiste.

Hola-Te dije yo.

Intenté hablar pero dude por un segundo, baje la mirada y me incorporé. Tu me copiaste.

-¿Qué pasa?-Preguntaste con un tono de curiosidad en tu voz.

Nesecito saber. . .-Hablé finalmente.

-¿Que cosa?

¿. . . Tu te sientes de esta manera?- Te mire tratando de no romper el contacto visual.

Tus orejas y todo tu rostro se enrrojeció, acomodaste tus mangas para que estuvieran arriba de tus muñecas y dijiste en voz muy baja.

Si, así es. . . Pero tenía miedo de lo que fueras a decir.

El silencio perduró por unos diez segundos hasta que empecé a reír armoniosamente. Tu me miraste confundido y a punto de llorar pensando que sólo te estaba jugando una broma.

-Después de todo lo que pasamos, de todo lo que hice por ti, de todo lo que TU hiciste por mi, Leo ¿Cómo no voy a estar perdidamente enamorado de ti?

Una risa preciosa salió de tus labios en medio de un llanto de felicidad. Nos lanzamos a los brazos del otro y empezamos a rodar por el suelo del bosque como si ya nada importara. Al tener una posición adecuada te besé, y lo hice una y otra vez, con la agonía de que me dijeras que parará, pero eso nunca sucedió.

Cliché  【BUNNY】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora