Unas palabras de un desconocido, para ti, mi querido lector.

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El contenido escrito en esta novela, es una premisa de lo que mis tutores no lograron enseñar a través del tiempo, inculcando ideas de una equidad social; cual lamentablemente mi generación ha tenido que comenzar a digerir continuas diarreas verbales de lo que se ha implementado en Venezuela. La escasa preparación intelectual que se nos ofreció tanto en planteles educativos públicos como privados, sobre como el colectivo, las masas hacen fuerte a una nación y el estado benefactor es el epitome del bienestar social. Sumisos, hasta este punto setenta años después de los primeros gobiernos de izquierda, sigue apareciendo todo derivado del partido, usando los gastados discursos de equidad social.

Este contenido difiere a los que he escrito con anterioridad, no es el reflejo del Auge y declive del monstruo carmesí que ha hecho escapar a un sinfín de hombres derrotados, un nido de personas dependientes, pero a final de cuenta son solo personas, en este hermoso país se nos enseño a ser perros, perros dependientes de un estado benefactor.

Querido lector, a diferencia de mis pares, mis conciudadanos. He decido quedarme en mi propio infierno personal y aprender a combatir cualquier doctrina perjudicial que venga de la boca de un defensor social; con este escrito que estas próximo a leer, no encontraras hombres derrotados, pero si frustrados. No encontraras el llanto de todo escritor contemporáneo que comparte nacionalidad con este pseudo escritor.

En antaño muchos escritores atacaron duramente al totalitarismo, hoy te quiero hacer entrega de una historia que difiera de muchas, pero quiere tomar la lucha de aquellos personajes que ingenuamente emprenden una ardua batalla perdida en contra de un régimen,

Que la voluntad de un hombre no debe de ahogarse ante lo que el vulgo promueve como bienestar, que somos los únicos responsables de nuestro presente, nuestras acciones cuales nos han de arrojar al inminente futuro que nos puede llegar a perjudicar. Pero nunca, nunca mi querido lector permitas que un gobierno interfiera en tu desarrollo personal, en tu capacitación. El hombre, la mujer que se tornara el motor productivo de una nación, una persona que puede cambiar el mundo, porque sin darte cuenta el mundo se encuentra en tus manos.

Siempre has de mantener la frente en alto, aunque no puedas, todo se trata de esfuerzo. Seas migrante o persona natural. Pero como persona natural no permitas que destruyan tu tierra o tu calidad de vida.

Te envió un abrazo que nunca has de percibir y a continuación te dejo con la historia que he disfrutado escribir. 

Memento Mori.Where stories live. Discover now