Hyung! déjeme ser el activo!! (yoonmin)

Pruebas de embarazo, lagrimas y abrazos

–Yoon? Estas bien?– NamJoon tocó la puerta del baño luego de escuchar sollozos.
–NO! Déjame solo, negro!
–YoonGi, que pasa?
La puerta del baño se abrió y  el pálido le arrojó las tres pruebas a su amigo.
La primera: positiva.
La segunda: positiva.
La tercera: positiva.
Mierda.
–YoonGi, está bien, tal vez las pruebas están mal o algo así, iremos, iremos a hacerte pruebas con un doctor, ya amigo no llores ¿si?
La puerta se abrió, las pálidas mejillas de YoonGi se habían tornado rojas al igual que sus gatunos ojos.
–Tal vez no estás preparado para un hijo, pero lo harás bien, o es que... No quieres al bebé?
–¡Es que... No sé porque estoy llorando!– Sollozó –Quiero un abrazo de Jimin.
–Tranquilo Yoonie, Jimin ya viene para acá, ven, no soy él pero ayudará.
Namjoon envolvió al mayor entre sus brazos. No lo había visto así desde que su madre no quiso comprarle el peluche de Kumamon de 1.70m de altura, cuando tenían 16 años.
–¡Cariño ya llegué!– La voz de Jimin se escuchó en la entrada principal, Min se aferró más a Namjoon, este los levanto a los dos junto con las tres pruebas de embarazo.
–Muy bien Yoonie, tienes que ir y decírselo a Jimin, le darás las tres pruebas y ustedes dos irán con un doctor para comprobar esta... Suposición, tú puedes, ve– Los dos se separaron, y YoonGi se fue con las pruebas en la mano hacia la entrada. Donde, apenas se había dado cuenta, Jin acompañaba a su novio.
–Oh, Namjoon me dijo que estaba aquí así que le dije a Jin que viniera, ¿Dónde está él?
El mencionado apareció de la nada llevándose a SeokJin con él hacia la cocina no sin antes darle una palmadita alentadora al pelimenta.
–Jimin...
–¿Qué pasa YoonGi? Estuviste llorando– La preocupación era palpable en el tono de voz del menor, acercándose rápidamente al pálido buscando señal de alguna malestar.
–Yo... El día de tu cumpleaños...y es que... entonces– Los ademanes con los que YoonGi intentaba explicar lo sucedido solo confundían más al pelinaranja. Calló repentinamente y le extendió las tres pruebas.
–Tu... Estas?!