Like brother and sister

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Día 2: Equipo/Relaciones/Familia.

Villain Week by: thevillainleague

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Shigaraki Tomura
Toga Himiko

El villano de cabello azulado ladeó su curioso mirar hacia cierta chica que jugueteaba con un ratón en una de las esquinas de la sala, viéndola cortarle el paso para que no se fuera a esconder a otra parte.

Soltó un suave suspiro, ahora observando el labial incoloro que descansaba en la mesa frente a él, según la rubia había dicho cuando fue emocionadamente a dárselo, iba a ayudar a ‘Hacerlo más lindo’ supuestamente siendo útil para sus partidos y heridos labios.
No pudo evitar negar suavemente mientras una sonrisa asomaba a su rostro, esa chica era... Única por decirlo de alguna manera; guardó el labial en sus bolsillos, disponiéndose a abandonar la habitación cuando escuchó un suave sollozo tras él.

Volteó rápidamente para comprobar el estado de su- ¿Compañera? ¿Amiga? Como fuera, remiendo que algo le hubiera pasado, después de todo siempre estaba jugando con elementos filosos.
Pero al parecer ella estaba sana y salva, no podía decir lo mismo de el ratón, que ahora yacía en el suelo, completamente inmóvil en un pequeño charco de sangre, mientras Toga mantenía en sus manos el cuchillo que antes había estado ocupando para cerrar el paso del pequeño animal.

–¡No quería hacer eso! –El repentino grito sorprendió al líder, quien se sobresaltó suavemente en su lugar.– ¡No quería, estaba intentando que no se fuera!

Shigaraki dejó que un suave suspiro escapara de entre sus labios antes de finalmente levantarse y caminar hasta la otra, agachándose con cuidado a su lado y buscando las palabras que decir, nunca había sido muy bueno en eso y usualmente dejaba el consolar a la gente a los demás, más aun, normalmente no había tenido la necesidad de hacerlo, no había nadie que le importara lo suficiente. Pero había algo en la mirada de tristeza y lágrimas de la menor que le hacía querer ser capaz de ayudarla y consolarla de alguna u otra manera.

–No fue tu culpa... Sé que no intentabas hacer eso... –Murmuró, suavemente apartando el cuchillo de las manos de la chica y dejándolo a un lado.– Vamos, dejalo aquí, ¿Por qué no me acompañas a hacer otra cosa?

–¡No puedo simplemente dejarlo así! –La menor estaba sorbiendo su nariz suavemente entre pequeños hípidos que acompañaban a las lágrimas.– Se ve tan triste...

El mayor titubeó un instante antes de bajar lentamente una de sus manos hasta la inmóvil criatura, posando sus dedos en esta, en tan solo un instante lo que anteriormente había sido un triste ratón envuelto en sangre ahora era un pequeño montón de polvo.

Ladeó su rostro hacia la chica, solo para encontrarse con que esta ahora tenía su mirada fija en sus manos, no pudo evitar ocultar inmediatamente estas en sus bolsillos, cuidando de no posar todos sus dedos en ninguna parte.

Sinceramente nunca había pensado que debía avergonzarse u ocultar su quirk, al menos no desde que ocurrió aquel problema cuando era pequeño, pero- Últimamente había encontrado las sorprendidas o atemorizadas miradas de sus compañeros un tanto... Distrayentes por decir lo menos, realmente sentía aquella necesidad de ocultarse cuando les sorprendía de esa manera...

Pero muy para su sorpresa, en cuanto se levantaron de su lugar, la menor le hizo sacar una de sus manos de su bolsillo únicamente para tomarla sin titubeó alguno, como si no tuviera la menor idea de que podía pasar si posaba el dedo que ahora mantenía en algo sobre su piel; estuvo a punto de preguntar algo, pero la deslumbrante sonrisa de la rubia le hizo perder convicción.

–Confío en ti, Tomu. –Aquel comentario solo hizo que su usualmente serio rostro se viera afectado por una sonrisa, una alegre, no una falsa o una maniática, una sonrisa real.– Sé que no me harás nada.

Las lágrimas de la chica parecían haber sido reducidas a un suave hipido aquí y allá, la vio limpiar su rostro con su mano libre, secando cuidadosamente sus mejillas con la manga de su suéter.

Se ocultó detrás de su cabello mientras caminaba con una sonriente Toga hacia una de las mesas, la chica ya iba comentando sobre enseñarle a ocupar productos de belleza para ayudarle con su piel reseca entre otras cosas que él realmente no escuchaba.

Estaba más distraído con la sensación de calor que se había posado en su pecho luego de las palabras de la menor, ¿Confíar en él? ¿Acaso era estúpida? En cualquier momento podía simplemente bajar un dedo y convertirla en polvo, sin embargo allí estaba, sosteniendo fuertemente su mano y hablando sin preocupación alguna, como si su quirk no fuera una preocupación en absoluto.
No podía entender a la menor, ¿Como lo hacía? Más que eso, ¿Por qué confiaba en él? Ni siquiera su persona confiaba en si mismo, claramente tenía unos cuantos problemas en ese punto, pero la chica era capaz de depositar su vida en sus manos -Bastante literalmente- sin dudarlo un solo segundo.
Era... A decir ver dar un tanto intimidante.
Pero más que eso, podía admitir que era una sensación de... Calidez.

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