Eres mia

773 68 14
                                    

Los rayos de una deslumbrante mañana soleada se escabullía entre las cortinas de la ventana, los pájaros cantaban con fervor también, todo parecía anunciar un día productivo y lleno de buenas energías en el aire.

Pero solo había un problema con eso. Me había quedado dormida.

Corría por toda la habitación buscando la ropa que me pondría hoy, usualmente no me interesa mucho lo que visto, pero desde que estoy en pareja con King se me hizo costumbre, me gusta impresionarlo.

Sé que de cualquier forma, por más que me ponga un sombrero de pirata en la cabeza, a King le parecerá que luzco linda, lo sé porque él me lo ha dicho. Pero de todas formas me encanta ver su reacción al verme maquillada, con vestido o jeans ajustados.

Lástima que hoy no tengo tiempo para todo eso, una ducha rápida y ponerme lo primero que encuentre tiene que bastar en este momento.

Las escaleras de madera rechinan a mas no poder cuando bajo a toda velocidad, odio ese ruido, pero todo en casa rechina últimamente, es una casa vieja y con matrona trabajando sola, no tenemos dinero para refaccionarla, así que tendré que amar este ruido, porque lo oiré hasta el día en que me vaya de aquí.

Todo cada día se vuelve más difícil sin papa y mama, pero creo que a eso ya me acostumbre.

-Todavía no te fuiste al instituto!!!? –Esa voz tan rasposa de matrona me saca de mis pensamientos.

-Estoy a punto de irme, no escuche el despertador- dije mientras revolvía por toda la casa buscando mis apuntes para la prueba de hoy.

-Que buscas?-pregunto fingiendo interés.

-Mis apuntes! Todo lo que practique está allí. – Un simple y sonoro suspiro sale desde lo profundo de mi pecho – olvídalo, me iré sin ellos.

Creo que lo mejor es tomar algo rápido de la heladera para desayunar en el camino, nuestra cocina no huele a comida, no huele a nada en lo absoluto, no me sorprendo cuando abro el refrigerador y no encuentro nada en su interior, solo un poco de atún, que sé que está en malas condiciones, cierro lentamente, cada día es más difícil.

Matrona solo agacha la cabeza, mientras apoya su espalda contra el marco de la gran puerta de madera de la cocina, su silencio lo dice todo, sé que se siente inútil ante este panorama, y no puedo levantarle el ánimo, porque yo también me siento así.

-ya me voy, ten buen día en el trabajo! –Le decía mientras salía de la casa.

Comencé una ardua caminata por el vecindario, si me apresuro quizás llegare 15 minutos tarde, no es demasiado, o eso supongo, King ha llegado a la escuela media hora tarde mil veces, no creo que la profesora me regañe, podría inventar algo, cualquier excusa estaría bien.

Cuando al fin estoy a media cuadra del instituto, relajo mi paso y entro más tranquila por las anchas puertas, comienzo a ver que ya están pegando los carteles del baile de bienvenida, lo último que quiero es ir al baile, porque pondrán esas luces de colores ccon las que no puedes ver nada, y música tan fuerte que solo puedes oir lo que dice el otro si estás muy cerca, todos bailan hasta que se les cansan los pies y ya no pueden caminar de regreso a casa.

A quien quiero engañar, me encantaría ir.

Pero no tengo vestido, tampoco dinero para un comprar uno, mi sonrisa se desvanece poco a poco.

Mejor olvido todo lo del baile por hoy.

Pero no puedo evitar pensar en lo increíble que se vería King en un traje.

Un tacto suave me saca de mis pensamientos, de repente tengo en frente mío un chico rubio, sonriendo nerviosamente.

-Buenos días Diane – dice mientras sostiene mi mano.

-Buenos días Howser.. – Queria safarme de su agarre pero no me soltaba.

-Yo quería preguntarte... si .. bueno si quisieras ir al baile de bienvenida conmigo?

-Yo te agradezco pero no voy a ir al baile...

-Porque no? Vamos conmigo te divertirás –dijo mientras una sonrisa de lado se desplazaba por su rostro, yo aún intentaba alejarme de él.

Me exalte demasiado cuando de la nada apareció King, tomando mi brazo y arrastrándome lejos de howser, mientras le decía de una manera fría ''No toques a mi novia otra vez, o te voy a romper esa mano''.

Me llevo hasta el patio del instituto, no podía creer que King, un chico tan amable pudiera reaccionar así con alguien, sus ojos estaban oscuros, su mirada llena de furia, caminaba muy decidido y con los labios apretados, casi mordiéndose, como si estuviera evitando hacer algo que no quería, todo su rostro era un letrero gigante que decía ''Aléjate''.

Creo que me había metido en un problema.

-King ya suéltame –Sacudia mi brazo para soltarme de su agarre, porque estaba actuando de esa forma?

-Diane porque no le dijiste a Howser que te soltara?- Hablaba fríamente, su rostro ya no me decía nada, estaba sin expresión alguna.

-Él no me soltaba, yo me sentía incomoda, no sabía cómo decirle....

-No sabias o no querías decirle nada? –dijo en voz alta interrumpiéndome.

-Amor yo..

-No me digas ''amor'' diane, estoy muy enojado contigo- fui interrumpida una vez más.

- Pero que hice yo? No hice nada malo, tú sabes que jamás haría nada para hacerte enojar...

Me miro por un segundo, el segundo más largo de mi vida, sus ojos miel parecían arder.

-No te acerques mas a Howser o tendrás problemas conmigo.

-No entiendo que sucede...- Jamás lo vi reaccionar así, siempre lo note indiferente con las novias que ha tenido,¿ porque no es asi conmigo?.

-Que es lo que no entiendes?- decía mientras sacudía sus manos y brazos en altos, como si no entendiera lo obvio. –Eres mia Diane y solo yo puedo tocarte.

Entonces lo entendí, él estaba completamente celoso de Howser.

Lentamente me acerque y lleve mi mano a su rostro, lo acerque a mí, con ambas manos rodee su cuello, él estaba tenso, no quería que lo tocara, pero de todas formas no se resistió a lo que le demandaba.

-No tienes que estar celoso mi harlequin, sabes que te quiero.

-No estoy celoso. –Su frialdad era imponente.

-Lo estés o no, yo solo quiero estar a tu lado.

No pude resistirme mas a este impulso que crecía en mí, acerque mis labios rápidamente a los suyos y lo bese, un beso apasionado, el me sostenía con una fuerza única, un calor inmenso crecia en mi cada vez que estábamos tan cerca.

-Tengo que ir a dar un examen harlequin- apenas era entendible mis palabras con sus continuas interrupciones de besos.

-No quiero sepárame de ti.

-Luego de de salir del instituto, ven a mi casa conmigo, mis hermanas no estarán –solo con decir la última frase me sentía más roja que un tomate.

El no contesto, solo sonrió de lado, una sonrisa que me sugería muchas cosas.

.

.

Detrás de las puertas de salida al patio un muchacho miraba la escena de los enamorados, apretaba los puños, y tenía un plan en mente. Nadie le arrebataría la chica de la cual siempre estuvo interesado. 

Amor PlatónicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora