- Estación: Invierno -

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Jihoon llevaba vividos muchos años de experiencias, juegos, risas, acontecimientos, hechos, locuras y amores. Años que le sirvieron para aprender de lo bueno y lo malo, actuar sin dudar, pensar con antelación, ya no esperar nada de nadie y sentarte a mirar como la vida va pasando en un parpadeo

Jihoon tenía familia, una grande, que se preocupaba de él, quienes con frecuencia le han de ir a visitar. Una familia hecha, con hijos y nietos, porque Jihoon, era un hombre adulto mayor

Se había vuelto testarudo, obstinado, sin interés en las actividades que solía hacer, solitario, malhumorado. Su familia llevaba intentando sacarlo de su estilo de vida ermitaño desde hace tiempo pero nada lograba buenos resultados. Jihoon dejó de cuidar sus plantas y de socializar con personas de su edad

Sin embargo, había un último recurso, el cual estaba relacionado con el viaje familiar por una temporada completa, donde le mintieron diciéndole que requería que todos fueran, sin excepciones, sin excusas. Se trataba de las vacaciones de la familia pero a Jihoon le esperaba algo distinto

—No iré —Gruñó cruzándose de brazos

—Tienes que ir, ya te inscribimos —Le decía un muchacho muy parecido a él pero mas alto, su hijo

—Debieron pedir mi consentimiento, esto es abuso

—Papá —Suspiró —Es un taller para que aprendas, socialices y te desarrolles con personas como tú, Empieza hoy

—Es un taller para que se deshagan de mi, no iré

Si fue, a regañadientes pero fue

Jihoon leyó el nombre del curso que estaba por tomar, arrugó el papel y también su nariz. Comenzó a caminar en dirección a un círculo de sillas, acomodó su bufanda gris con tal de cubrir su boca y no tener que saludar a nadie, se sentó, todavía malhumorado

Jihoon era del tipo de personas escépticas que no le tenía fe a los talles ni mucho menos a los nuevos compañeros que miraba de reojo. Su mirada era intensa, profunda, observó a cada uno de ellos, se dio cuenta que era un grupo de diez y odió tanto que fuera un número par, porque lo obligarían a formar equipo

Sintió una desesperación iiritante con sólo haber oído el "Bienvenidos" y fue peor cuando sus sospechas se estaban haciendo realidad. Los maldijo a todos en sus pensamientos

—Busquen un compañero y siéntense juntos

Cerró sus ojos evadiendo todo contacto con el resto, despejó su mente e inició una melodía en su subconsciente. Nada sirvió, porque cuando los quiso abrir ya tenía un compañero de anteojos frente a él. Gruñó

—Observen a su compañero —Hablaba el encargado del taller —Tendrán que describir en voz alta cinco cualidades que vean de él. Deben turnarse, primero uno y después el otro

De verdad, odiaba este tipo de actividades. ¿Qué podía decir? Ni siquiera llevaba una hora conociéndolo. Usó el tiempo en que los demás compañeros equipos jugaban para observarlo duramente

—¿Cuál es tu nombre? —Le preguntó su compañero

—¿No deberías presentarte primero?

—Es cierto —Él sonrió mostrando sus hoyuelos —Mi nombre es SeungCheol, Choi SeungCheol ¿Tú quién eres?

Lo dudó, pero él se había presentado y lo lógico es que también lo hiciera —Me llamo Jihoon

—¿Jihoonnie?

—Jihoon —Recalcó —Ji-hoon

Nadie lo llamaba así desde hace años. SeungCheol se quedó congelado, incluso agachó su mirada

Por cada estación (JiCheol)Where stories live. Discover now