Capítulo 2

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-¿Fuiste con él? -me pregunta Doniya señalando a mi mejor amigo que lleva varias bolsas y parece que está buscando mi coche. Asiento y me río un poco-. ¿Eso es un sí? 

-Bueno, él vino conmigo -lo miro y silbo. Veo como se gira y por fin me ve. Sonríe y viene casi corriendo-. Ahí está. 

-Ya, ya veo, ya -se ríe mi hermana. Sinceramente es divertido porque tiene el pelo más largo que yo y corriendo se le mueve mucho. No sé qué parece. 

-¿De qué os reís vosotros? -pregunta David con una sonrisa y ve a mi hermana-. Hola, guapa -se agacha un poco y le da un beso en la mejilla. 

Me pongo serio y trago saliva mirándolo. No me gusta cuando un chico está cerca de mis hermanas. No quiero que ninguno les haga daño. Si lo hacen, acabaré con su vida. 

Veo como David sonríe después de darle el beso a mi hermana y ella sonríe un poco.

-Hola, David. ¿Así que de compras? -dice mi hermana. 

-Sí. Y Zayn fuera porque es ilegal -se ríe y lo miro algo serio. Mi hermana también se ríe con él, pero David tose y mira hacia abajo. 

Doniya se gira confusa y me ve sin saber porqué mi mejor amigo ha hecho eso, cambiar rápidamente de humor. 

-¿Zayn? ¿Qué has hecho? -me pregunta confusa. 

Si mi hermana fuese otra persona, estaría hecho una furia gritándole e insultando a mi mejor amigo, dejándole las cosas claras, que se enteren ambos de que no quiero ver a ninguna de mis hermanas con un chico. 

-Nada -digo y sonrío un poco. 

-¿Seguro? 

-Sí, seguro. 


Cierro la puerta de mi habitación y me dejo caer en la cama dejando una bolsa en el suelo con dos sudaderas que me ha comprado David. Suspiro y miro el techo. He cambiado mucho desde que David le dió un beso en la mejilla a mi hermana, no he hablado con él de camino a casa y me ha entregado la bolsa con miedo a que le hiciese algo, simplemente la dejó en el asiento del copiloto y se fue con sus demás bolsas a su casa dejándome en el coche. Mi hermana no ha vuelto todavía a casa, ha decidido ir al centro comercial y comprarse algún conjunto de ropa.

Pienso en cómo he sido y como siempre los celos están presentes cuando veo a algún chico pasándose de la raya con mis hermanas. 

Mis hermanas gritan al escuchar los cristales y escucho a mi madre gritando desde el piso de abajo. Ahora estoy asustado. Me pregunto si le habrá pasado algo a mi madre. No escucho a mi padre, solo los gritos de mi madre. Mis hermanas no paran de llorar y yo estoy a punto de hacerlo.

Escucho unos pasos en el piso de abajo y veo una silueta de un hombre gordo y fuerte. Ese no es mi padre, ese es el ladrón sin duda alguna. Veo su cara, veo su maligna cara y también veo algo de... ¿Sangre? Me asusto y me preocupo todavía más. Por suerte no nos vió a nosotros cuatro.
Seguro que nos haría daño, pero fuimos muy afortunados. En cambio lo que pasó en la planta de abajo, eso no se llama ser afortunado

Niego con la cabeza al recordar una pequeña parte de mi pasado. No quiero recordarlo, pero siempre está presente. 

Escucho como alguien toca la puerta de mi habitación y la abre un poco mostrando su cabeza. Mi maravillosa madre Trisha. 

-¿Cariño? -pregunta al verme en la cama. A saber cómo me veo. 

-Estoy aquí.

-¿Puedo pasar? 

-Claro. 

Pasa y cierra la puerta. Le dejo espacio por si se quiere sentar en la cama. Se sienta y me mira. Toca mi pelo y sonríe. 

-Papá te manda saludos -me dice y suspiro un poco-. Te entiendo, Zayn. Pero es tu padre y lo quieres, ¿verdad? 

-Eso no tanto. No lo quiero como os quiero a vosotras y lo sabes. Realmente no me gusta saber que sigue por ahí a saber donde y te llama para dar saludos cuando lo normal es que venga a casa como el hombre de la familia que es. Bueno, esto último me lo estoy pensando porque soy yo, él ya se ha ido y ahora mi deber es proteger a mi familia. 

-¿Tu deber? No te lo he pedido. 

-Y no hace falta que me lo pidas, es algo que tengo que hacer. Sois muy importantes para mí y me haría daño a mí mismo si me entero de que algo malo os pasa -asiente despacio y noto como sus ojos están llorosos-. Mamá, no. No llores, por favor -acaricio su mano mientras la miro preguntándome porqué va a llorar. 

-Eres demasiado bueno con nosotras pero... -sé que va a decir. 

-Con los demás no -la interrumpo y me mira seria. Finalmente afirma y se seca las lágrimas-. Nunca podré cambiar y lo que siento por mi padre tampoco. Parece que es un cachondeo. Puede venir perfectamente a casa. ¿No te das cuenta? 

Se encoge de hombros y no dice nada más. 


-Sabes que fumar es malo, ¿no? -me pregunta Waliyha al día siguiente cuando estoy fumando, como no.

-Pero nunca fumes. No me copies en nada de lo que hago, ¿entendido? -afirma mientras noto cómo me mira cuando conduzco hacia su universidad. 

Hoy la llevaré a la universidad ya que su mejor amiga está enferma y no pueden ir juntas en el coche de esta. Le ha avisado a última hora y mi hermana tuvo suerte de que estuviera en casa con ella. He podido llevarla a la universidad que está a unos cuantos kilómetros de nuestra casa, está un poco lejos. 

Cuando llego, muchos alumnos me ven solo a mí. Claro, ya me conocen o simplemente me ven como el chico malo, y eso es verdad.

-Mira, parezco famosa -bromea y se ríe un poco. 

-Solo ten cuidado, ¿de acuerdo? 

Afirma y me da un beso en la mejilla antes de bajar del coche con su mochila. Miro como se acerca a un chico y los miro fijamente. Comienzan a hablar y se ríen. Me pregunto de qué están hablando. Espero que no le haga daño, tanto él como otra persona. No quiero que la toque. 


Conduzco hacia el centro comercial y siempre me quedo pensativo mientras miro la playa. Hoy no es un buen día para ir. Está nublado y hace un poco de frío. Por suerte tengo una sudadera en el maletero.

La cojo y camino, pero decido ir primero a la playa. La arena es clara y yo estoy vestido de negro. Destaco mucho aquí, nunca me ha gustado destacar en nada, pero ahora estoy destacando aquí y siempre lo hago mientras estoy fuera de casa. Soy muy distinto a los demás y no encajo en esta ciudad. Soy como el bicho raro aquí mientras todos son muy buenos. No creo que algún día sea así como ellos, es muy difícil. 

Escucho como las olas se rompen al chocar con la orilla y me encanta ese sonido, me relaja mucho y desconecto de todo. Pero quién sabe si estaré aquí toda la tarde hasta que sea de noche. Tal vez me entretenga mucho, no lo sé, solo sé que estoy muy bien aquí. 

Sigo caminando y de nuevo vuelven los recuerdos de mi pasado. Pongo mis manos en mi rostro y me quejo. Maldita sea, ¿cuándo va a parar esto?

let me be your man |zayn malik|Où les histoires vivent. Découvrez maintenant