Capítulo 5.

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Freddy está desaparecido.

Van tres días y Rosa y Victor ya han presentado la denuncia a la policía. Pero bien sabe Billy que la policía trabaja demasiado lento. Lo sabía porque pocas veces había oído en las noticias que encontraran a la persona y no al cadáver.

Ahora mismo se estaba volviendo loco. Buscó en toda la ciudad, pero seguramente no buscaba como debería. En estos momentos, Freddy tendría un plan. Haría las conexiones, resolvería el caso, porque Freddy es muy listo.

Billy se golpea la frente, caminando de un lado a otro de la Shazam-cueva. 

—Vamos Billy, piensa.

¿Qué haría el propio Freddy?

Conexiones. Claro, esas cosas no pasan al azar, diría. Si fuera algo normal ya lo habrías encontrado.

Haz la conexión de hechos. Se un maldito superhéroe, Billy Batson.

¿Con qué puede...? Billy recuerda entonces a la chica muerta en la escaleras de la escuela. La forma asustada en que miraba a Freddy y lo que quería advertirle a Shazam. No es posible... ¿Y si era esto? ¿Hay un nuevo villano en Philadelphia? Entonces, ¿por qué Freeman no pudo transformarse?

Demonios, tiene que encontrarlo, ya no puede estar habiendo el tonto. Busca pistas, le diría Freddy. Casi... Casi puede oírlo.

Con determinación grita "¡Shazam!" y se convierte. Alza el vuelo y sale de la cueva.

Resiste Freddy, voy a encontrarte.

....

Lo primero que Freddy siente al despertar es pánico. Tiene las manos atadas fuertemente tras la espalda, le duelen las muñecas. Los pies los tiene atados a unas cadenas, como en esas películas frikis medievales que le gustan a Victor. Traga saliva.

Está a punto de gritar cuando él llega.

Es un hombre vestido de traje negro, lleva una máscara de conejo que en cualquier otra situación a Freddy le habría parecido ridícula, pero ahora hasta parece que asusta. Ladea la cabeza al verle.

—¿Qué... Qué quieres de mí?— balbucea Freddy, intentando inútilmente retroceder. Apega la espalda a la pared.

El villano no responde. No habla. Freddy siente náuseas, y miedo. Y desea que Shazam esté ahí. Se siente patético por desear que lo salven pero, dadas las circunstancias, no tiene muchas opciones.

El hombre toma a Freddy por el cuello de la camisa y lo levanta con fuerza.

—Bien, Freddy Freeman— le dice. No hay expresión en su máscara, pero Freeman casi puede imaginarselo esbozando una sonrisa macabra—. Vas a decirme exactamente quien es Shazam.

Freddy niega con la cabeza.

—No...no...no se de que hablas.

—Haber si te refresco la memoria, niño— le da un golpe certero en el rostro. Freddy siente que se desencaja la mandíbula—. No me molesta hacerlo del modo difícil.

Sin embargo, Freddy no abre la boca, aferrándose a una promesa absurda con sigo mismo y a su deseo de proteger a Billy Batson.

Billy...

Una patada en el estómago. El de risos se encoge sobre si mismo, pero no emite sonido alguno. Ha sufrido más dolor que ese a lo largo de su vida, puede hacer esto, puede resistir.

La sonrisa de Billy es lo único que se le viene a la mente hasta que los golpes que nublen la consciencia.

No diré nada, pero apresurate, idiota.

....

Billy investigó.

Son las 00:05 cuando cree al fin haber descubierto algo importante.

La mujer asesinada que pertenecía a su club de fans no es la única. Hay otros más. Todos muertos.

No, aún hay uno vivo.

Un hombre le sonríe a la cámara en una imagen de todo el club. Va justo en el medio. Es él, él tiene que saber algo.

Es de noche, pero Billy no puede esperar. Eugene encuentra la dirección por él y, entonces, es Shazam quien vuela hasta allí.

Es una casa vieja y descuidada lo que se encuentra. No puede dejar de pensar en Freddy mientras avanza hasta la puerta. Su voz suave y persistente contándole una y otra vez cuántos kilómetros por minuto es capaz de correr Superman.

Piensa en sus ojos. En su sonrisa. En sus suaves labios. ¿Por qué fue tan necio como para no darse cuenta antes de lo que sentía por él?

Está apunto de tocar la puerta de la casa cuando se escucha un golpe fuerte que parece provenir de una especie de suelo subterráneo.

Sospechoso, diría Freddy con los ojos entrecerrados ligeramente.

—¡Shazam!— exclama y vuelve a la forma de Billy Batson, porque es mas pequeña y con ella puede ser un buen ninja.

Se escurre por entre la oscuridad como un gato que trepa un techo desconocido en una noche oscura.

Otro golpe resuena. Billy se escabulle en la casa.

Tal vez debería decirle a sus hermanos lo que encontró. La casa. Los ruidos. Entre todos serían un equipo poderoso.

Pero no lo hace...

Y es porque, por algún motivo, siente que se le acaba el tiempo.

...

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¿Y si te quiero? | Breddy.Where stories live. Discover now