59

1.6K 234 73
                                    

N/A: En este punto ya no solo se tratará de la correspondencia entre Draco y Harry, ahora habrá narración en los capítulos. Espero les guste. Estaba ansiosa por llegar a este punto.

***

Era un día como cualquier otro, Draco trabajaba en su despacho tranquilamente, concentrado en los pergaminos que debía revisar aquél día. La puerta de su despacho fue tocada suavemente, con un tempus verificó la hora antes de decir un suave "adelante". Astoria entró con calma pero en su mirada había preocupación. Con un ligero movimiento de varita recogió y acomodó los documentos que había sobre su escritorio para prestar atención a la bruja. Con un sutil gesto la invitó a sentarse en el asiento que había frente a su escritorio.

—¿Qué sucede, Tori? —preguntó Draco mirando fijamente a su esposa.

—Es Scorpius, cariño —contestó la mujer—. Recuerdas que para las vacaciones de navidad llegó con una actitud… un poco…

—Se comportaba como un niño grosero, no tienes por qué temer en decir eso.

—No es que tema, cariño, es que aún me desconcierta. Pero el punto es que como te había comentado aquellos días Scorpius tenía una actitud un tanto peculiar porque algo sucedía en Hogwarts.

—¿Crees que sean los chicos Potter nuevamente? —inquirió con una ceja alzada el rubio.

—No es un problema de muchachos, mi instinto de madre me dice que puede que se trate de algún enamoramiento.

—¿Crees que se deba a algún problema con Amanda Zabini? —preguntó con curiosidad Draco, Astoria negó.

—Recuerda que después de que Potter te enviase que su hija aparentemente sufría por alguna razón con algo relacionado a tu hijo me enviaste a Italia a cuestionar a nuestro hijo y al llegar descubrí que él no fue el único invitado de Amanda, Sebastián Nott también estaba.

—Lo recuerdo muy bien, no dejaste de parlotear sobre ello toda la semana —bufó el rubio.

Astoria colocó los ojos en blanco.

—Ya, deja de sufrir. El punto es que tú y yo creíamos que Sebastián y Scorpius discutirían por la relación de nuestro hijo con Amanda ya que aparentemente Sebastián está enamorado de ella… —Astoria calló al ver la mano alzada de Draco para que parase.

—Si es uno de tus cotilleos debo pedirte que te marches, tengo trabajo atrasado después del cargamento de pociones desaparecido, lidiar con el ministerio ha sido engorroso y ha tomado más del tiempo necesario y… ¿Por qué me miras así? —preguntó Draco interrumpiendo al final su excusa ante Astoria al ver la mirada que ella le dirigía.

Astoria rió discretamente  con gracias antes de negar.

—Cariño, no querrás decir que tu descarado coqueteo con Potter ha atrasado tu trabajo ya que lees constantemente las cartas que él te envía… ¡A no! Ni pongas esa expresión ultrajada e indignada, veo como las lechuzas entran y salen de esta mansión, Draco. Y créeme, reconozco la lechuza de Potter donde sea.

—¿Por qué reconocerías la lechuza de Potter? —preguntó Draco con el ceño fruncido.

—Cariño, mi trabajo es proteger a la familia Malfoy, no solo debo cumplir mi deber como madre también debo protegerte como tu esposa. Y si mi cariñito tiene una ilusión amorosa debo asegurarme de que no se trata de algún idiota que te lastime a ti o a nuestro hijo.

Draco frunció el ceño al ver la expresión divertida de Astoria, bufó antes de cruzar los brazos indignado.

—No me mires con tu expresión sabionda —refunfuñó el rubio, Astoria rió.

—Tranquilo, no me meteré en lo tuyo con el ex-jefe de aurores, solo procura ser discreto. Recuerda que el sigue casado y a diferencia de ti y de mí en su matrimonio hay “amor” y no quiero que una vez más seas señalados por magos ineptos que no te conocen —juró Astoria, Draco alzó una ceja.

—¿Acaso tú no me amas? —preguntó con una sonrisa torcida, Astoria entornó los ojos.

—Claro que te amo, cariño. Pero recuerda que tú y yo antes de ser esposos, somos mejores amigos, aunque le duela a Pansy, y nuestro matrimonio no es más que un papel que une nuestras casas y apellidos del resto somos libres de amar a quién queramos.

—Como bien sabe tu amado y sexy jardinero —confirmó Draco divertido al ver las mejillas sonrosadas de Astoria.

—Correcto, como bien sabe mi querido Edward. Ahora, antes de que lo olvide, mi punto en esta conversación es que Scorpius se tae algo con sus amigos. Te puedo asegurar que Amanda estaba pegada a Sebastián y no a Scorpius.

—Antes de que te extiendas más, puedes decirme que fue lo que te trajo a mi despacho a la final.

—¡Cierto! —exclamó Astoria recordando su verdadero fin en aquél despacho—. Llegó una carta de Hogwarts, el director te ha citado en su oficina de manera inmediata, al parecer Scorpius se ha metido en problemas —resumió con una pequeña sonrisa.

—¡Astoria Malfoy, eso fue lo primero que debiste informarme! —siseó Draco.

Astoria rodó los ojos antes de negar.  Ignoró el sonido de la chimenea cuando Draco usó la red Flu. Se levantó con elegancia y abandonó el despacho.

“Suerte, cariño. Allá se encuentra tu amdo”. Pensó divertida la bruja mirando por uno de los enormes ventanales al jardín. A lo lejos un guapo jardinero que trabajaba sin camisa la saludó. La mujer mordió su labio inferior antes de decidir bajar a saludar de manera más… cercana. 

Entre Cartas | DrarryWhere stories live. Discover now