Mientras escuchaba los últimos versos de la mejor canción del mundo se me erizó la piel, como cada vez que oigo, veo o simplemente siento algo que me transmite un sentimiento determinado, como con la mejor canción del mundo.
Deje mi lapiz B3 encima de la hoja de papel dibujada, disponiendome a volver a repetir ese conjunto de emociones hasta que se me erizara la piel otra vez, la cancion volvia a sonar, subí mis pies encima de la mesa mirando de no pisar ,con mis nuevas all star customizadas, mi nueva obra de arte, y me recline en la incomoda silla para disfrutar de aquel mismo momento de gloria. Me llegó una notificación de Paula en la que me decia que por fin mañana ibamos a empezar nuestro primer año de bachillerato, y eso significaba que por fin me libraba de matemáticas y eso me hizo disfrutar de ese insante un poco más. Aunque al dia siguiente sé que se me acababa la libertad de no tener que estudiar y poder disfrutar de cada minuto, también sé que por fin voy a empezar a dedicarme a lo que me apasiona.
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Llegué a mi destino final con mediahora de anticipacion, y obviamente escuchando mi música, para estar completamente segura de que no llegaria tarde, como siempre hago. En esa mediahora me dedique a encender dos cigarrillos marca Black Devil y a habar con Paula, que decía que llegaba en dos minutos, cosa que sabíamos las dos que nunca era verdad.
Pude apreciar a gente llegando, nos mirabamos entre los unosa los otros,y pense que esas serían las caras de futuros conocidos que tendría que aguantar, o no, por dos años, y si aquel bachillerato no era mi mejor opción, o la de ellos, puede que solo un año.
Paula por fin llegó, vestida con su ropa de la suerte: su camisa favorita y su collar de la suerte ( como lo llama ella), y aunque yo me burlaba de ella, yo también me había puesto mi atuendo de la suerte, mis pendientes, aunque no se lo había dicho a nadie.
- Me compartes un cigarrillo por favor- dijo Paula con una pizca de desesperación, y la cúal se veía nerviosa. - Sí claro- me lo coloque en los labios, lo encendí, y se lo pasé. Ella suspiro, alivada. No sé que tendría ese cigarro que la liberase de tal estrés. Por otra parte, me dí cuenta de que yo no estaba tan nerviosa, estaba preparada.
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La puerta por fin se abrio, y nos propusimos entrar con la marea de gente que se proponia lo mismo que nosotras. Paula y yo estuvimos hablando de manera que nos diesemos confianza la una a la otra para atravesar aquella puerta y comenzar nuestra nueva etàpa. Aunque yo lo hacia por ella, yo sí que desaba dejar atras mi etapa pasada.
Justo antes de entrar, delante nuestro, un chico de pelo rizado castaño, me dió a conocer su perfíl fumador, mirandome de reojo, dio su última calada del cigarro que tiro justo antes de entrar y dejo mis ojos posados en su núca.
Y por fin atravesamos aquellas puertas.
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Piel Erizada
Romance.piel erizada, cigarrillos rosas y negros y nucas con mareas de rizo castaño.
