Carroña ||Joerick||Terminada||

«05»

Todo su cuerpo está entumecido tiritando de frío por la lluvia de la madruga, Erick lo ha dejado a fuera por mas de tres horas, él esta cómodamente dormido en su cama, pero él menor se encuentra de la misma manera, odia los días de lluvia, sus sabanas no son tan gruesas para abrigarlo y la fiebre no lo ayuda.

Abre uno de los cajones buscando un suéter, necesita tomar medicina o jamás podrá dormir, arrastra sus pies hasta la puerta sintiéndose terriblemente débil, Joel levanta la cabeza sonriendo le, pero no puede importarle cuando su cuerpo se siente como si estuviera hecho de gelatina.

—¿Qué te pasa princesa?— pregunta sosteniéndolo.

Quiere girar los ojos y decirle algo mordaz pero su garganta se sienta tan sentida.

—Tienes fiebre— susurra colocando una mano en su frente —Regresa a la cama—

—Voy a comprar medicina, déjame ir Joel— responde raspando cada palabra en su garganta, intentando soltarse.

—Yo voy por ti. Dime, ¿Qué tengo que comprar?—

—Medicina para la fiebre y algo para la garganta y también pañuelos—

Lo ayuda a volver a su cama, arropándolo bien.

—Lo tengo, volveré rápido—

[🐇]

Camina dando grandes pasos, con las manos dentro de su chompa intentando mantenerlas calientes, quince cuadras después al fin encuentra una farmacia, la idea de gastar él dinero en droga pasa por su cabeza un par de veces, suspira centrando sus pensamientos en Erick, él necesita la medicina.

Se siente horrible mientras compra la medicina y regresa al departamento del ojiverde.

—Asquerosa rata— murmura viéndose en él pequeño espejo que él ojiverde tiene en su sala.

Se arrodilla junto a él sacando una botella de agua de la bolsa.

—Erick… Ya traje las pastillas— susurra moviéndolo para que despierte.

—Tardaste, pensé que ya no volverías— murmura sosteniendo su mejilla.

Joel muerde su labio, es asqueroso que sea tan cierto, no iba a volver.

—La farmacia esta un poco lejos—

Se acomoda en su cama tomado cada pastilla que le da.

—Viraste a la izquierda, tenias que ir a la derecha— susurra sonriéndole. 

Su corazón se detiene viendo lo bonito que se ve sonriendo.

—Te están saliendo mocos— comenta limpiándolo con la manga de su chompa. 

—¡Que asco Joel!— exclama él menor apartándolo, él rizado suelta una carcajada, saca los pañuelos entregándole.

—Asco que no quieras limpiártelos—

Erick aparta la mirada volviendo a acostarse, sonándose la nariz.

—Tus manos están heladas— murmura soplando en ellas.

—Hace mucho frío— responde somnoliento.

—Voy a cuidarte, duerme tranquilo—

—Estas siendo tierno otra vez, no me gusta que seas tierno—

—¿Por qué?— pregunta sin aliento.

Erick abre los ojos penetrándolo con la mirada.

—Porque cualquiera podría enamorarse— responde sonrojándose, a pesar de que la oscuridad no deja que se note tanto.

Joel ríe entre dientes apartando la mirada.

—Si que tienes fiebre— murmura divertido, ignorando su corazón acelerado.

Erick no tarda mucho en dormirse dando vueltas en su pequeña cama, Joel no a parado de mirarlo sentado en el suelo, sus palabras se repiten en su cabeza. Es tan ridículo que lo haya hecho sentir terriblemente feliz escuchar eso, como si alguien como él pudiera amar.

—Joel… Sigue haciendo frío—

Él rizado se espanta un poco de escuchar su voz resonar en él silencio.

—Es porque continúa lloviendo y eso que traes encima no te abriga—

Él menor se queda en silencio pensando.

—Entra aquí, abrazarme para que ya no tenga frío—

escribiendoporno