¿Destino o Casualidad?

El día esperado

Finalmente el día había llegado, Yoongi se encontraba sentado junto a la camilla de su novio. Sostenía su mano, él dormía pero Jimin se despertó hacía un par de horas. Mentiría si dijera que no tiene miedo, porque claro que lo tiene; sentía una espina en el corazón que no lo dejaba descansar, eso y el cielo nublado le decían que algo no iba a estar bien.

Su vista se posó en su novio, inmediatamente sonrió al recordar la noche anterior, habían decidido abortar la misión debido a la culpabilidad que sentían por las palabras dichas a Jin. Lo vió dormir, sus labios entreabiertos, mejillas un poco rosadas y sus manos unidas, Yoongi era todo para él ¿Y si todo terminaba mal? No quiso pensar en eso, pero debía, en unas cuantas horas podría ser la última vez que lo viera.

— Buenos días — entró Jin por la puerta, provocando que Yoongi saltará de su asiento.

— Hola Jinnie.

— ¿Cómo dormiste cariño? No hicieron nada en mi ausencia verdad.

De inmediato Jimin se sonrojó, volviendo a su mente como casi lo hacían la noche anterior.

— No me digas que...¡Min Yoongi!

— N-no hyung, no pasó nada.

— ¿Entonces por qué te sonrojas?

— Es que me da pena que digas esas cosas.

— Solo quiero cuidarte Jiminnie.

— Yo no le haría algo que él no quiera Jin — habló está vez Yoongi.

— Hola chicos ¿Por qué tantos gritos?

— Abuelo, no es nada.

— ¿Estás listo para hoy Jiminnie? La operación será en un par de horas.

Jimin sonrió falsamente, Yoongi lo notó pero no dijo nada.

— Claro abuelo, estoy confiado.

— Bien, sería buena idea que desayunes y salgas un rato al patio — sonrió su abuelo, Jimin asintió y se levantó de la cama.

El grupo se dirigió a la cafetería que se encontraba dentro de la clínica, se sentaron en una mesa y compraron varía comida, la que le gustaba a Jimin.

Él chico sonrió por eso y comió gustoso, entre pláticas, risas y varios malos chistes por parte de Jin. Cuando todos terminaron, salieron al jardín de la institución, se sentaron en el suelo a seguir conversando.

— Chicos, voy al baño — Jimin se levantó con un poco de dificultad, se sentía más débil que las últimas semanas.

— Te acompaño, no quiero que te lastimes otra vez — lo siguió Yoongi, el menor asintió y se encaminaron; lo otros dos siguieron con su plática.

Jimin tomó la mano de Yoongi y lo jalo hacia una banca algo alejada del resto de personas.

— ¿No querías ir al baño?

— Era una excusa, quería hablar un momento a solas contigo, ahora estaban ellos y luego no quiero hacerlo frente a los enfermeros.

— Jimin ¿Qué pasa? — se preocupó al ver las lágrimas del menor caer.

— Lo que pasa es que tengo miedo, no sé que va a pasar y desde la mañana siento que ésto va a terminar mal.

— Tu eres fuerte.

— No lo soy — dijo con la voz quebrada — Finjo ser fuerte, pero la verdad es que quiero gritar hasta no poder más.

>> Quiero que si este es mi último día, enterrarme a diez metros bajo tierra contigo donde nada ni nadie nos pueda hacer nada.