ABC

०० । intro.

OO : mood

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Min YoonGi estaba tranquilamente sentado en una mesa para cuatro personas de uno de los muchos restaurantes de comida rápida McDonald's que había en todo Seúl.

Su rostro blanquecino lucía apacible mientras observaba como su compañero de mesa, su muy buen amigo de universidad Park JiMin, relataba la dificultosa travesía que había tenido que pasar junto a su amable novio para llegar al restaurante de comida rápida a encontrase con él.

—¡Estoy tan contento que nos haya invitado a TaeHyung y a mí a hablar con usted! —inquirió JiMin emocionado una vez se sentó en la banca acolchonada del frente, un poco antes de que empezará a hablar sobre su horrorosa odisea—. Ha pasado tanto tiempo, ¿cuántos años? ¿4 o 5 ? Parece como si fuera ayer cuando nos reuníamos a tomarnos unos tragos en la casa de Hobi hyung, ¿no lo cree?

YoonGi había dado una sonrisa de encías y le había respondido con una mueca alegre al saludo emotivo de su amigo, para luego hacerle la pregunta de rigor sobre cómo les había ido su viaje, y antes de que Park respondiera, el novio del menor desapareció de su panorama para pedir sus órdenes, y en cuanto JiMin lo despidió, no esperó ni un segundo para exagerarle y contarle todos los detalles sobre su largo viaje y cuán cansado se le había hecho.

—¡Ay, YoonGi hyung! Sí supiera cuán difícil se nos fue a Tae y a mí llegar aquí, le daría tanta pereza que se me dormiría justamente aquí como en clases de historia —exclamó melodramático el pelinaranja bajándose el cierre de la enorme campera que traía puesta, quitándose un poco de la nieve que tenía entre sus cabellos—. Hace tanto frío allá afuera que incluso la calefacción barata del motelcito ese que está en la última avenida es mejor que caminar por esas veredas.

YoonGi asintió en un gesto comprensivo, ya que no era para menos todo lo que le estaba contando su buen amigo, el frío que estaba haciendo en las calles habían obligado incluso al gran Min YoonGi a abrigarse como un osito de peluche con ropas calentitas para no congelarse en su salida con sus ex compañeros de universidad y carrera.

—Me lo imagino, cuando Kim y yo salimos de casa hace unas horas nos obligamos a venir aquí en transporte por el frío que hacía, y tú sabes que odio eso, además de que ahora se ve muchísimo peor que antes —mencionó, rememorando cuando su pareja y él salieron temprano para llegar allí, y tomando en cuenta lo que su amigo le decía.

Los ojos de JiMin se abrieron con un poco de sorpresa al oírle decir lo último, antes de preguntarle, se acomodó en el asiento y disfrutó un poco de la calefacción.

—Woah. ¿Sigue saliendo con Nam hyung? —pregunta sorprendido, apoyando su barbilla sobre su mano al observar que Min asentía extrañado—. Vaya hyung, no es por faltarle el respeto ni nada parecido, pero créame que han durado muchísimo más tiempo del que yo esperaba.

—¿Porqué lo dices? —cuestiona el pálido mirándole a nueva cuenta bastante extrañado, acomodando su gorra de algodón negra sin apartar su mirada fija. YoonGi notó perfectamente cuando el pelinaranja soltó un respingo por la pregunta que le lanzó hace unos pocos segundos, viendo como su espalda y su mandíbula se tensaron levemente, para luego intentar ocultar el rubor creciente en sus mejillas rechonchas mirando hacía la mesa marrón.

—Ah, bueno, pues —JiMin baja la voz mientras empezaba a resolverse nerviosamente sus cabellos naranjas con su rechoncha mano—. No quiero ofenderlos pero no parecían precisamente el tipo de pareja que duraría mucho, ¿sabe?