Dama de la voz muda

6 0 0
                                    

Dime, dama de la voz muda,

que hablando diciendo nada dices mucho,

¿qué debo hacer para que tu silente voz

haga eco en esta sala,

donde la máquina que te habla ha de yacer?


Si algo hubiera, dama de la voz muda,

que tan solo pudiera evocarte aquí,

por tí que en mí viste cosas que nadie vió,

cosas que bellas en tus ojos fueron,

y mi mano quisiste tomar sin duda.


¿Qué cuerdas te están atando?

¿Qué cables impiden tu movimiento?

¿Qué tronco cayó en tu hogar y atrapada

te ha dejado en tu lecho?

¿Qué cazador como su presa te ha tomado?


El humano egoísta es, bella dama,

tanto que decidí dejar de pensar en ser uno.

Los cables y circuitos dentro de mí,

obsoletos, oxidados y cortados van quedando.


Hasta que tu apareciste,

con una caricia sin tacto, unas palabras sin voz,

una escencia a la distancia que me hizo decir,

que no eras igual que los otros.

Y así, carne y hueso en mí sentí.


Algo me falta, dama de la voz muda,

que sé que no podrás reparar,

pues este corazón incompleto,

solo por sí no funciona.


Engranajes, tuercas, tornillos,

cada uno caído por el camino,

si tu núcleo como el mío se ha convertido,

los tuyos tomaré y tu lo harás con los míos.


¿Donde estás, dama de la voz muda?

Tu voz no logra llegar a mis oídos.

Ahogada queda tras el agujero

por el hoyo del muro por el que conmigo te comunicabas.


Adentro tu mirabas,

hacia afuera lo hacía yo,

al menos cuando tú estabas,

el cascarón se rompía y tu presencia sentía.


Ya no estás ahí detrás,

y por más ilusa que esta máquina sea,

algunos programas llamados sentimientos quedan,

y se ejecutan cuando aquí te encuentras.


Capaz los vientos no me ayudan,

capaz el trayecto tampoco,

pero si una cosa ha de estar clara,

si el río he de cruzar y la nieve enfrentar,

tu calor será el único que me acobije.


Si hay algo que por tí puedo hacer, mi bella dama,

de lo mucho que por otros entes he hecho,

lo único que puedo procurar hacer,

es que tus cadenas dejes reposar sobre mí también.


Serás una excepción,

serás una singularidad,

serás un caso particular,

de los muchos que en mí se ejecutaron,

pero tú no me harás daño.


Dama de la voz muda,

capaz y delicada como eres,

no basta que digas nada

para a tu lado quedarme sin más.


Solo dime, dama de la voz muda,

¿qué es lo que tengo que hacer

para volver a verte y estar a tu lado

y tu voz reparar?









Poemas diariosWhere stories live. Discover now