Austin

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-Narra Louis-

Estuve saliendo toda la semana con ____. Patinamos, fuimos al cine. Hicimos muchas cosas hermosas. Hico de esta semana la mejor.

Pero ya era el día de ayudar a mi amigo Austin. Tenía que buscar a Micheel en su casa para llevarla a que se hiciera la prueba. No podía olvidarlo.

Le avisé a mi princesa que estaría ocupado este día. No le dije la razón, tampoco la preguntó. Eso me libró una gran explicación y varios problemas.

Monté mi auto y busqué la casa de la chica. Había venido un par de veces, pues ella y sus amigas solían organizar unas grandes fiestas. Y claro, yo solía venir antes de tener a mi pequeña belleza.

Bajé temeroso. Me destrozó ver como me abrió con una gran sonrisa. No sabía lo que ale esperaba.

-Hola Louis. ¿Como estas?

-Bien Micheel. Oye ¿podemos hablar?

-Si, por supuesto. Pasa por favor.

Me llevó a su sala y se concentró en mí. Se me quedó mirando hasta que inicié a hablar. Esto sería muy duro para ella.

-Vi a Austin hace una semana-dije temblando.

-¿Te habló de mí?-me preguntó feliz y emocionada.

-Si, de hecho estoy aquí porque me pidió un favor.

-No te entiendo-dijo un poco confundida.

-¿Él y tu salían?

-No. Bueno si. Bueno, nos besábamos y cosas por ese estilo. Pero nada formal.

-Oh, ya veo-tomé aire y volví a hablar después de una pequeña pausa-¿alguna vez tuvieron... relaciones?

-Si, si unas cuantas veces.

-¿Recuerdas cuando fue la última?

-No lo sé. No hace mucho ¿por qué?

-Micheel, esto va a ser duro para ti, pero Austin...

-¿Austin qué?-dijo estresada.

-Austin tiene sida y tiene miedo de haberte contagiado. Me pidió que te acompañe hoy a hacerte una prueba.

La hermosa chica de largo cabellos color chocolate calló en sus piernas mientras derramaba lágrimas. Estaba destrozada. Como culparla, era horrible su situación.

-Tranquila Micheel-le levanté su bonito rostro y limpié sus lágrimas-tranquila hermosa.

-Louis, soy una estúpida. Austin es un estúpido.

-Bella, se que Austin no te lo dijo, pero el no lo sabía. Me pidió que te llevara a una pruebas por que está preocupado por ti.

-Bien-se levantó-vamos a ver que pasa.

Ambos subimos a mi automóvil. No prendí el radio. Por primera vez el radio era algo estúpido en mi carro. Algo sin sentido.

La ayudé a bajar al llegar al hospital.

Todo su rímel se había corrido gracias a su llanto. Pero aun así se seguía viendo linda. Debo admitir que Micheel era fiestera, pero no de muchos hombres. No merecía estar metida en esto.

Era mi amiga. Yo la quería a pesar de que nuestros únicos centros sociales eran antros y fiestas. Era una buena persona.

Antes de llegar con una enfermera para solicitar la prueba sentí como me jaló.

-Louis ¿puedes hacer algo por mí?

-Tú solo pídelo.

-Hazte una prueba. Sé que es algo estúpido, sé que no tienes sida. Pero me siento mal. Me siento sucia, por favor. Acompáñame en esto.

-Si cariño.

No le vi sentido a lo que me pidió, pero necesitaba ayudar a mi amiga. Si a ella le hacía sentir bien que yo también me hiciera una prueba aun sabiendo que no tenía, yo lo haría por ella.

-Disculpe-llamé a una enfermera.

-Dígame joven.

-Necesito dos pruebas de sida para mí y la señorita que está por aya-dije señalándola.

-Por aquí por favor.

Llamé a mi amiga y cada uno pasó a un consultorio diferente para el proceso.

Como enamorar a Louis Tomlinson en 90 días. (Terminada➰)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora