Capítulo 5

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JAEHYUN

Mis manos estaban hechas puño, podía sentir que mi respiración se volvió Irregular, Yuta tenía razón, mi sangre comenzó a hervir, esto no se quedara así, mando a uno de mis hombres a que traigan a Johnny, necesito respuestas y las necesito ahora. Sin que pase mucho tiempo tocan la puerta y Johnny entra sin esperar una respuesta.

- Me dijeron que me estas buscando - él se ve que esta tranquilo.

- Johnny tu sabes que en este trabajo la traición se paga con la muerte - lo miro molesto.

- Lo sé, Jaehyun podrá sonar grosero pero ve al grano y dime porque mandaste a llamarme -

- Bien - sonrió - Acércate necesito mostrarte algo - se acerca y le señaló la pantalla la cual reproduce el video que tengo de él con mi conejito.

- ¿Desde cuando tienes una cámara en el calabozo? - ahora se ve nervioso.

- Eso no te importa, lo que realmente importa es saber que pensaría Taeil si le muestro este video - sonrió y el se aleja - ¿Cómo crees que reaccione al ver que su pareja lo engaña? -

- Ni se te ocurra mostrar a alguien ese video - se comienza a molestar.

- Entonces mantente alejado del chico -

- No puedo simplemente hacer de la vista gorda - se acerca molesto - Tu podrías lastimarlo y eso es algo que no voy a permitir -

- No juegues conmigo Johnny - lo empujó - Eres mi amigo pero eso no quiere decir que no voy a castigarte - lo miro más que enojado - Si te vuelves a acercar al chico quien pagará por tus errores será Taeil no tu -

- No lo metas en esto - me mira molesto

- Tu elige Johnny, lo dejo en tus manos, él chico o tu querido Taeil - me siento tranquilo en mi asiento - Puedes retirarte eso es todo - él sale hecho una furia.
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Por más que trato disipar mi enojo, parece que más difícil es, lo único en lo que pienso es en la escena de Johnny y el conejito lo que provoca que tire todo lo que este encima del escritorio. Revisó la hora, es tarde, me aproximó al ordenador para ver si el conejo todavía está despierto y ! bingo! El conejito está despierto y en él veo una forma de desahogarme el enojo.

Llegó hasta el sótano, doy una señal para que los guardias se retiren del lugar, abro la puerta sin cuidado de hacer mucho ruido.

- Tu y yo tenemos que hablar - él se ve asustado pero eso es normal.

- ¿ Y ahora que demonios quieres? - su insolencia no hace más que molestarme y en un movimiento rápido estoy delante de él propinandole una bofetada.

- Yo que tu cuidaba el modo en el que me hablas - me mira con enojo.

- Bien, dime que necesitas - lo ignoro y me dirijo a la mesa del lugar que tiene una bandeja con restos de comida.

- Dime quien te trajo la comida - lo miro serio, puedo ver que se muerde el labio y es claro que el duda de la respuesta.

- Uno de los guardias - desvía la mirada, me vuelvo a acercar esta vez lo tomo de los cabellos con fuerza obligándolo a mirarme

ERROR - JAEDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora