🌻 Girasol 🌻

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Temo se encontraba escribiendo al mismo tiempo que presionaba los botones de su calculadora. Estaba terminando la tarea de calculo.

Normalmente no tendría problemas pero acababan de entrar al tema de derivación y factorización por lo que aún no entendía muy bien que hacer.

Fue el primero en llegar al salón por lo que no podía preguntar a nadie. Y aun que lo quisiera, estaba seguro de que ninguno de sus compañeros haría la tarea, estaban a unas semanas de las vacaciones y el salón parecia un pueblo fantasma algunos días, muy pocos asistían.

De no estar en Oaxaca seguramente su novio tampoco asistiría a clases y no es que fuese algo malo, de echo el también llegaba a pensar que era inútil estar si los profesores no íban ni a entrar al salón. Pero a Temo no le gustaba faltar, claro que eso tampoco es una obligación para que su novio asista, pero se preocupaba por él.

No se dio cuenta de cuanto tiempo se quedo pensando en su hermoso pelos de maruchan pero tal parece que lo invocó, puesto que sintió un beso en su mejilla y luego un fuerte brazo envolver sus hombros, reconoció su aroma tan masculino y sonrió.

–No me gusta que estes solito, alguien puede robarte- le dijo Aris al oido, sacando una risita de parte de Temo.

– Estamos en la escuela, amor. No creo que eso pase- respondió con una sonrisa.

– Um... Ahora me siento ridículo- Temo rió más fuerte y tenía la intención de voltear para darle un beso a su novio.

Sus planes se arruinaron cuando la mano de Ari se colocó en sus ojos, haciendole mirar solo oscuridad.

– ¿Qué pasa?- trató de quitar la mano pero no lo logró.

– Tengo una sorpresa para ti- escucho al rizado y de inmediato sonrió mostrando sus blancos dientes.

– ¿Sorpresa? ¿Por qué? ¿Qué es? ¡Quiero ver, Tahi!- sabía que quizá sonaba como un pequeño en navidad pero no le importaba.

– Tranquilo, Temo. Como diría tu Papancho: "calmantes montes pintos pajaros cantantes"- ambos rieron ante esa frase

– ¡Ya quiero ver!- su voz no dejaba de ser el reflejo de toda su emoción.

Aristóteles moría de ternura.

– A la cuenta de tres, te destapo los ojos- el menor asintió estusiasmado.

– Uno...

– Dos...

– ¡Tres!- dijeron al unisono mientras Aristóteles sacaba de detras de su espalada un bello y enorme girasol envuelto en cartulina negra.

Los ojos de Temo brillaron mientras leía: "Para el mejor novio de todo Oaxaca y de todo el mundo.

Te Amo Hasta El Infinito"

Sin decir una palabra tomó el hermoso girasol y se colgo del cuello de su novio en un abrazo para luego separarse un poco y repartir cortos besitos por su mejilla.

– Te amo- Decía entre besos – Tú eres el mejor novio del mundo- finalizó con un beso en los labios del risado.

Aristóteles no podía estar más feliz.

Solo quería que su novio sonriera y lo había conseguido.

Incluso el salió ganando con un par de besos de recompensa.












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Ya sé que no eh actualizado los one shots pero me surgió esta idea y no quería dejarla pasar.

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A little presentWhere stories live. Discover now