Esmeralda: Parte 2.-Tropiezo

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Estaba aburrido. Había pasado todas mis materias, así que solo me pasaba los días con videojuegos y Facebook. Ese día era igual a los demás. Hasta que tropecé con una recomendación de amigos. Esmeralda. No era un nombre que se escuchara con frecuencia. Por mera curiosidad, entre a ver su perfil. Era ella. Joder, en ese momento mi corazón latía tan fuerte que lo podrías haber visto arriba de mi playera. Le envié una solicitud de amigos, esperanzado. Ese día lo pase con una sonrisa en los labios. Empezó el siguiente semestre y yo la seguía viendo. También en segundo semestre, conocí a una chica que se hizo muy amiga mía y le conté lo que me había pasado en Facebook, ella me dijo que conocía a mi crush, que era amiga suya. Eso aumento mis ánimos y mis esperanzas, pero aún seguía siendo tímido. Entonces, esta chica, mi amiga, me convenció de darle una carta y de presentármele a mi crush. Acepte. Al día siguiente, tenía la carta lista, mucho miedo y nerviosismo. Fuimos a su salón y mi amiga le dijo que saliera. Esa fue la primera vez que hable con ella. Empezó con un "HOLA" muy animado de su parte. Yo, al contrario, estaba rojo y muy nervioso, así que fui directo al grano. Charlamos un poco y extrañamente, fui perdiendo mi timidez. Le dije que le había pedido que saliera para darle una carta. Sonrió. Le di la carta, se despidió de mí y entro a su salón. Yo, quede muy sorprendido, confundido y perplejo. Un día después, le mande un mensaje, ella aun no me aceptaba la solicitud de amigos, pero si acepto la del mensaje. Las charlas por mensaje se hicieron cada vez más frecuentes. Así me entere de que teníamos gustos muy similares y cosas así. Entonces hice algo de lo que no me arrepiento. Junte un poco de dinero y compre un collar de su banda favorita...más bien, de nuestra banda favorita. Como ya sabía su salón y su grupo, fui entre un descanso que teníamos. Le pedí que saliera, ya que le tenía un regalo. Ella obviamente no sabía lo que era. Estando frente a frente, la salude como de costumbre y le pedí que cerrara los ojos y confiara en mí. Dudo al principio, pero tenía tanta seguridad en ese momento que le prometí que era algo bueno. Accedió y cerró los ojos. Entonces, saque el collar y le pedí que abriera sus ojos poco a poco. Los abrió. No puedo expresar con palabras su cara de felicidad y emoción, solo puedo describirlo así -tomo el collar, me abrazo y me susurro un "Muchísimas gracias"-. Creo que fue el momento más épico que he tenido en mi vida. Luego de unos segundos abrazados, nos separamos y ella se despidió de mí con un beso en la mejilla, más cerca de los labios que de otra cosa. Entro a su salón y yo baje al mío. Los días transcurrían con normalidad, las clases, los saludos, los abrazos...todo...hasta el día de mi proyecto.



Manuscritos de Media nocheWhere stories live. Discover now