Tres:

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No sabía exactamente dónde iban pero sabía que no era a su apartamento y tampoco le importaba, sentía la mano iba a explotarle y estaba tan agotada mentalmente que es como si hubiera estado horas haciendo ejercicio.

—Ya vengo.

Cameron no espero respuesta y bajó corriendo en un mini mercado, Sarahi suspiro y apoyó su cabeza hacia atrás cerrando los ojos y suspirando agotada. No solía estresarse, ya que trataba de no preocuparse sino mejor ocuparse de las situaciones, sin embargo todo lo que había pasado había terminado agotandola. Traicy, Chad y Keith. Eran problemas grandes que traerian consecuencias y pensar en eso y no poder ocuparse, era estresante.

Abrió los ojos cuando Cameron subió de nuevo, traía una bolsa y se la dio cuando arranco.

—Hay hielo, una crema muscular y algo de frituras, esas que comes en los periodos cortos.

—Gracias.

Sarahi le sonrió de lado y Cameron le guiño un ojo. Era bastante lindo, amable y la hacía sentir tranquila, era extraña la forma en la que no tenía problema en bajar la guardia con él sin siquiera conocerlo demasiado. Cuando llegaron a algún lugar, prestó atención a su alrededor.

Bosque se extendía hacia los lados y justo frente a ella había un lago y un pequeño muelle. Cameron bajo y automáticamente lo siguió, se estaba haciendo tarde y el atardecer se veía genial desde ahí. Había venido con su padre, Otto, Chad y Kenny un fin de semana antes de que viajaran, recordar ese momento la hacía sentir una tranquilidad que no creía poder sentir en medio de tanto caos.

—No tenemos mucho tiempo, debo trabajar en un rato pero quería que vieras esto. Tal vez te calme como a mi.

Sarahi asintió y le tendió las papas fritas, se acercó a la orilla y miró cómo el sol se ocultaba tras los árboles, cerró los ojos y tras un largo suspiro, se relajo. Cameron se acercó a su lado y lo miró sin prestarle mucha atención, frunció el ceño y le pareció ver mal, pero no, el no tenia camiseta.

—¿Que mier...

Sin decir más, el la empujo y se tiró después, nado desesperadamente hacia arriba y tomo una bocanada de aire.

—Tienes todo el maquillaje corrido.—Largo una carcajada y Sarahi le tiró agua—Pareces un mapache.

Le lanzó agua y empezó a nadar, Cameron la siguió y la hundió jugando, trago agua provocando que empezara a toser, el la tomo por la cintura corriendo el pelo de la cara mientras reía.

—Eres un idiota, si querías matarme solo tenias que disparar o algo, morir ahogado debe ser una tortura.

El rio y negó.

—Que aburrida resultaste ser raccon.

Esta vez fue ella la que lo hundió y aunque no logró mucho, el trago un poco de agua haciendola reir.

—Es hora de que nos vayamos, hace frío y como dije antes, debo trabajar.

Sarahi asintió y nado hacia la orilla, sintió unas manos en su culo y largo un gemido de sorpresa cuando Cameron la levantó.

—Podía salir sola.

Murmuró torciendose el pelo y mirándolo con el ceño fruncido.

—De nada.

Tenía una sonrisa divertida en la cara y aunque no estaba de acuerdo en los toques físicos sin permiso, empezaba a tenerle esa confianza que tenía tan solo con algunos de los chicos.

—Dame tu camiseta.

Cameron la miro confundido pero se la lanzó, ella se saco su camiseta y se la puso arriba del sostén húmedo, se sacó el pantalón y luego las zapatillas. Se sintió tranquila de que él no la mirara de forma extraña y además, no dijera nada al respecto, sonrio sin pensarlo. Cameron Brown no se escandalizaba por un sostén.

Mi chico perfecto.Where stories live. Discover now