parte única

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 Una persona que habré conocido una vez, estaba completamente encorvada, en pose como si nunca hubiese nacido. Era un parque muy hermoso en cuanto a lo grande y el clima estaba gris. Era un tiempo climático lúgubre y depresivo, y eso lo hacía bellísimo. Era esta potencial lluvia, el clima anterior a la batalla. Era un bellísimo Oximoron.

Esta persona estaba ahí desde hace ya mucho tiempo, viendo pasar el tiempo y las nubes, y cómo todo concluía en sí mismo. Esta persona me llamaba la atención, así que me aproximé a este ser humano para entablar una conversación. Después de muchas idas y vueltas, esta persona terminó haciéndome conocer la belleza del pasado, cómo todo fue apagándose, cual estrella enana que resiste aunque ya no tenga ganas de seguir viviendo. Me contó como este ser tuvo un pasado lleno de vida adrenalínica y belleza, que como era superficial, supo perderla hasta prácticamente no volver a verla nunca más. Todo este fulgor explosivo concluyó a unas simples brasas de un fuego lento que apenas alcanzan a seguir ardiendo; y así se transformó su alma. Es como el día, que luego de hacerse esperar y dar todo de sí, concluye en el atardecer, para así transformarse en algo similar a un bosque que ahora es solo maleza triste.

Así era la persona que conocí, alguien tan deprimente que me hacía reflejar. Esta confusión que me provocaba esta persona fue tal que como las nubes, la pesadez terminó aflojando y convirtiéndose en lluvia, recordando el hecho de que todo lo hermoso siempre concluye y finaliza en lo deprimente hasta morir plácidamente como un anciano cansado de la vida. Luego de esta lluvia me fui a mi casa, donde la soledad se hace notar.

Al día siguiente volví a ver a esta persona en el mismo lugar que antes.
–Destruyendo el pasado me formé –me dijo.
Me hizo comprender que su vida siempre fue lo mismo y que todo se representa en ida y vuelta. Todo sigue un patrón, repitiendo la misma cosa siempre, lo cual ha de hacernos pensar y sospechar.

Mi nuevo amigo me explicó que en base a esto decidió perecer antes de que el mismo final llegara, ya que él pudo descubrir la inmortalidad, pero a cambio un largo padecimiento.
-¿Por qué no te has inclinado hacia el final ya? –le pregunté a este humano.
A lo que me explicó una valiosa lección: lo bueno es intenso, bello e irradia un gran esplendor, pero la naturaleza nos ha demostrado una y otra vez que el proceso, la vida y todo lo que acarrea la misma se compone de un bien corto y un mal largo. Uno siempre se pregunta entonces: Si gran parte de la existencia es sufrir, ¿Para qué vivimos? Es precisamente este punto el que da pié a este planteo: El Oxímoron Vital. Sufrir es lo que da pié al gozo, porque en sí, la existencia y el mundo se basan en este concepto.

"La vida no nos da nada, yo me gané todo" comentó un hombre con maleza en la cabeza. Esta idea es mala pero increíblemente cierta, el mal nos domina y hace que todo concluya en el sufrimiento. Es como si todo estuviera armado para esto, y acá aparece el Oxímoron: ¿Nos gusta esforzarnos, sufrir y crear tristeza? En el fondo nos encanta, y este es el contexto

Esta persona me confió todo, es el padecimiento lo que la hizo lo que fue. El padecimiento hace a la belleza, la belleza hace la felicidad y la felicidad acarrea al sufrimiento, porque todo es cíclico y así es como concluye todo. Si nada tiene sentido, ¿Tiene sentido proponerse cambiar algo? El mundo es deprimente y por eso es tan bello. El llanto es derramar el océano que nos hizo nacer. Lloramos al nacer el océano de la vida; nacimos en el agua.

Todo es una coincidencia tan compleja que nos hace pensar demasiado, por esto el único consuelo es no pensar. Los humanos somos los únicos que pensamos ¿Por eso es que son tan felices y puros los animales? Puede ser también que ellos piensen mucho más que nosotros y hayan comprendido esto. Nosotros los humanos nunca maduramos al parecer, por esto le buscamos sentido a la vida, cuando es evidente que no lo tiene. Quizás es por que somos nuevos.

En esta reflexión me di cuenta de que lo esencial es destructivo y vital, y al ser el Oxímoron Vital, creí necesario descubrirlo de una vez por todas. Le pregunté a mi ahora mejor amigo:
-¿Quién eres?
A lo que me respondió:
-soy lo que ves todos los días, estamos conectados. Todas las hojas, ramas y raíces de un árbol se resumen en una simple semilla que da lugar al mismo ciclo, el oxímoron vital. Y estás viendo, en este instante, a una semilla. Si una semilla se destruye, el árbol no va a existir, mi destrucción sería el absolutismo en toda su gloria, y quiero que me ayudes a esto. –Finalizó.

Le dije que sería un orgullo para mí. Entonces, el gris de la futura lluvia se convirtió en un rojo intenso, y por último en el hermoso negro del infinito en la eternidad.
-Sabés que esto no existe ¿Verdad?. –le dije.

Entonces, él me respondió: -nada existe, dejame disfrutarlo. 

Ai ajuns la finalul capitolelor publicate.

⏰ Ultima actualizare: Aug 06, 2020 ⏰

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