• Donde YeonJun ha pasado por una vida difícil y Soobin es un chico con la vida pintada de rosa.
Ambos se darán cuenta de que sus vidas son muy distintas.
'¿Podrán llegar a ser algo más que conocidos?'
»Historia propia
»Prohibida su copia sin autor...
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Bajé y seguí a aquel chico, el tenía un paraguas y yo no por razones casi obvias, tal vez vivíamos en el mismo vecindario, así que tenía que pedirle el favor de poder atajarme con su paraguas en el camino hasta llegar a mi casa.
-Disculpa- lo llamé - vivo cerca y no traje me paraguas, ¿podría atajarme bajo el tuyo?- pregunté amablemente.
-¿Por qué me sigues hablando?- cuestionó volteando a verme ya frustrado.
-Es sólo qué tal vez vivimos en el mismo vecindario y como dije, olvidé mi paraguas, ¿podríamos compartirlo?- uní mis manos en modo de súplica, no quería molestarlo en verdad, sólo me parecía interesante.
Él suspiró pesado volteando un momento mientras pensaba, pero yo no le dí tiempo de eso pues ya en empezaba a mojar y la lluvia incrementaba así paso.
-Pero qu- no terminó de hablar.
-Agh, no tengo tu tiempo, me estoy mojando- al menos así aceptaría.
-y eso a mí qué?-
-Ah, ya cállate, además, ¿no dices que este paraguas te lo prestaron?-pregunté.
-sí-contestó.
-Entonces si no es tuyo no tienes poder sobre el-
-Pero al momento de prestarmelo a mí, me están otorgando también su cuidado y su valor- respondió tratando de quitarme, cosa que no dejé que hiciera, era divertido.
-Ag, que amargado, vivo cerca, por favor llévame a casa, no te volveré a molestar y jamás nos veremos de nuevo- respondí fingiendo frustración y él cerró sus ojos asintiendo.
Mi celular vibró en mi bolsillo y lo saqué para poder contestar.
-¿Sí mamá?-
-hijo, ya estamos con tu abuelo, veníamos a traerte pero dijo que ya te habías ido- hablo su madre del otro lado.
-Oh sí, lo siento-
-Afuera hay casi una tormenta , ¿ya estás en casa?-preguntó mi madre, se oía preocupada.
-No aún no, llegó en un rato más-respondí intentando no preocuparla más.
-¿tres un paraguas?- preguntó
-amm, sí, sí lo traigo- «algo así»
-Te veré después, ten cuidado, te quiero, adiós- dijo antes de colgar la llamada.
-Igual te quiero mamá, adiós-
Voltee a ver al chico a mi lado pues nuevamente sus ojos estaban viendo a la nada.
-Oye, ¿te sientes bien?, Estás pálido- cuestioné, se veía mal.
-Estoy bien, es mi color, ¿ya llegamos a tu casa?-contestó y desvío el tema.
Hice una mueca de disgusto y se veía cansado y no quería molestarlo más. .-Si ya casi- respondí.
Seguimos recorriendo más calles hasta que llegamos a mi casa, él no dijo nada, sólo que en cuanto entré a casa el se marchó.
Ese chico tenía problemas en casa tal vez.
Agité mi cabeza desviando mis pensamientos, no quería darle más tiempo a aquél chico en mi mente y pensar más de lo que debo.
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