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Supongo que no me puedo quejar, aposté a lo fácil, no arriesgué como tanto le rogué a usted tantas veces, y una felicidad ficticia fue lo que recibí. Debería haberla entendido cuando juraba solo haberse marchado para acomodar su vida para las dos, aunque claro, con su enfermedad se retrasaron sus planes... Lo siento, lo siento por haber elegido no fallarle otra vez a quién nunca me había fallado, que arriesgarme a una segunda estocada de quién ya me había dañado.

Lady Corazón de Piedra II |Completa| (Segundo Libro) | Temática LésbicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora