Parte 9

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–¡Es un hijo de puta mentiroso!

La puerta ha sido azotada, prácticamente a soldado. Vella no se le ha acercado. Chica lista.

–Mentiroso, debió reírse de mí desde el centro comercial. Es un- un... ¡puto mentiroso!

Steve en su casa no lleva máscaras, estas se quedan colgando fuera de casa. Vella se ha subido al sofá, sentada sobre sus patas traseras. Steve maldice en los cinco idiomas que sabe, se ha quitado la ropa a tirones. La camisa sufrió más.

–Puedes creerlo Vella, cuatro meses, ¡cuatro! Y el idiota no fue capaz de decirme quién era. ¡Agh maldito!

Esta vez, Vella no le sigue, se queda en el sofá, se ha vuelto su guarida cuando Steve pierde los papeles. Rogers no sabe cómo sentirse, está furioso, dolido y resentido. Anthony Collins no es más que Anthony Stark. ¡Stark, por dios! Es hijo de uno de sus mejores amigos, es el heredero del emporio armamentista Stark. Es un playboy de primera, su vida son excesos y no sabe seguir órdenes.

Natasha tuvo que golpearle apenas le vio entrar con su ropa desaliñada, jugando con sus manos, esa sonrisa de dentífrico y barba de candado. No le miro, sólo le retó con su sarcasmo y preguntas fuera de lugar, hasta el doctor Banner le segundo.

No se quedó después del ataque de Loki por liberarse de su prisión, no escucho el posible discurso motivacional configurado para unirlos. Simplemente se fue a casa, sobrepasado por la situación de Anthony, porque para él era Anthony. Su hombre paciente y tranquilo, el que le ayuda con la ropa, le escucha e intenta reír de sus patéticos intentos de chistes.

–Me mintió Vella. –Se dejó caer a su lado, hundió su rostro en su lomo. –Me mintió.

VellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora