CAPITULO FINAL - TRECEAVA PARTE

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Cristina: ¿y lo de ustedes va en serio?

Anahi: hola también me da gusto verles – dije irónica por respuesta.

Manuela: pues no deberías estar muy segura, Dulce no es exclusiva de nadie.

Estaba a punto de responder cuando una voz cantarina que me regocijo reconocer lo hizo por mí.

Maite: ¡eso quisieras Manuelita!, pero se fregaron chulas, lástima que las arpías no tengan alas si no las mandaría a volar.

Cristina: ja ja muy graciosa Maite.

Maite: hola Any, llegue a tiempo ¿no?

Anahi: siii que gusto verte grillo, te he extrañado mucho, ¿Cuándo has llegado?

Maite: hace unas horas, me imaginé que te encontraría aquí.

Anahi: ¿tan predecible soy?

Ella solo rió, nos pusimos al día sobre nosotras y disfrutamos el entrenamiento.

Desde temprano Dulce se ha marchado al lienzo, han llegado desde Madrid Gabriela. Fernando y Ricardo, estaba a punto de salir cuando mi grillo y María me lo impidieron diciendo que vestía demasiado sencilla.

Maite. Vas demasiado sencilla Any, hoy tienes que lucir fabulosa.

Anahi: pero todos van así.

Maite: pero tú no eres todos, tienes que verte sensacional.

María: si Barbie porque…

Maite: porque todos estarán al pendiente de tu novia esta tarde – dijo interrumpiendo a María, quien soltó una risita nerviosa.

Anahi: bueno vale.

Pensé que me sentiría extraña al verme enfundada en ese vestido, pero cuando he bajado y he visto al resto de la familia agradecí el no desentonar con ellos.

DULCE

Poncho: Lobo estas hecha un manojo de nervios, es solo exhibición.

Dulce: no me chingues Pantera, las suertes no son lo que me tiene así.

Poncho: jajajaja, lo sé, vas a poner al pueblo de cabeza con lo que vas a hacer.

Dulce: si lo sé, pero eso es lo que menos me preocupa.

Poncho: ¿Qué te preocupa Lobo?

Dulce: que se me desmaye mi Barbie… o que me diga que..

Poncho: desmayarse a lo mejor, lo otro ni lo sueñes Lobo, así que todavía estas a tiempo, porque después no hay "pa’tras".

Dulce: no quiero ir "pa’tras" – dije montando a Yure que parecía extrañamente tranquila y juguetona.

ANAHI

No sabía bien el que, pero algo se me había instalado en el estomago, nervios, ansiedad, por primera vez todos reían, se les notaba felices.

Fernando: te ves hermosa hija.

Ricardo: si cuñada te ves bellísima, mi hermana va a ser la envidia de muchos – Gabriela le dio un codazo.

Gabriela: claro que mi hija es la envidia de muchos.

Anahi: yo soy la envidia de muchas – dije sonriendo tratando de entender que estaba pasando.

Como la vez anterior no puse atención en nada de lo que ocurría en el ruedo, estaba inquieta, nerviosa.

Maite: Hey Any, ¿Qué te sucede?

Anahi: no lo sé, estoy… no sé.

Maite: Tranquila mujer, mira ya viene la escaramuza.

Verla enfundada en ese traje negro con motivos de varios colores, el porte con que montaba a Yure, los gráciles movimientos me calmo y me embebí en ella por entero, sus ojos negros esta vez no me miraban, la rutina era completamente distinta a la anterior, su rostro que sonreía denotaba total concentración. El estallido en las gradas en cada suerte era estruendoso, realmente es un espectáculo asombroso, una vez que terminó una voz anuncio que la capitana de la escaramuza haría una demostración individual, pero esta vez todo fue diferente, el resto del equipo se quedo en el ruedo formando dos semi círculos que bordeaban al ruedo, mientras que Dulce se perdía por el camino hacia las caballerizas, la vi arrancar el galope pero no freno, llego hasta el borde del barandal donde nos encontrábamos, quedando justo frente a mí, me sonrió e inicio una serie de giros sobre Yure, antes de terminar el resto de las chicas iniciaron el galope entrecruzándose detrás de ella, le entregaron un micrófono, ella se quito el sombrero y con expresión nerviosa me miro, mi corazón empezó a latir con brío, mi respiración se agito, ella lo noto y río.

Tequila y LimonWhere stories live. Discover now