Más Besos

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Después de la cena yun breve paseo por la playa, al fin Kong pudo tomar la mano de su novio, mejor dicho, fue el mismo Arthit quien enredo sus dedos juntos; con la noche fresca y la playa vacía por fin tenía el valor de acercarse a su novio. Si debía ser sincero consigo mismo, el deseaba terminar lo que empezó en el armario, sobre todo por que quería dejar algunas marcas rojizas en la piel  del otro.

-Kongphob... - sentía un nudo en la garganta, no tenía idea de como continuar, y mucho menos de como pedir lo que quería. Solo se sentó en la arena, esperando que el menor lo acompañará.

Los dos juntos mirando las estrellas reflejadas en el agua, Arthit sentía una mezcla de nostalgia y nervios, recordaba el último viaje con sus padres, y esperaba reemplazar ese recuerdo con los momentos felices con Kong.

El mayor recargo su cabeza en el hombro de Kong, suspiro nervioso, juntando valor para...
-P'Arthit... ¿Puedo besarte?- el más joven le ganó la pregunta.
-mm- asintió levemente al tiempo que giraba su cabeza para encontrarse con esos dulces y delgados labios.
Su beso era suave y lento, Kong se acerco más a su novio, coloco una mano en la pierna de Arthit sobre la tela. Sus acciones torpes de ambos empezaba a encender el aire a su alrededor.

ARTHIT
Tenía una mano en el hombro de Kong, sentía mil mariposas en su piel, quería tocar la piel de su novio con urgencia. Se dejó caer en la arena, Kong se recostó a su lado, sin dejar de besarlo, podía sentir su pecho latir, o tal vez era su propio corazón intentando salir. Llevo sus manos temblorosas a la cintura de Kong, buscando el final de la camisa olgada, sintió escalofríos con los besos húmedos que hacían un camino desde su mejilla hasta su pecho, sintió la brisa marina golpear su piel, en ese momento noto que tenía el pecho desnudo de tela y bañado en besos, peor aún, recordó que estaban en la playa.
Empujó a Kong lejos de él y se puso de pie dándole la espalda. Respiro profundo, tratando de pensar en cosas que le bajara la calentura, lo suficiente para llegar a la habitación.

-Kong... - su voz se escuchaba nerviosa - Kongphob... - extendió la mano llamando al menor que hasta ese momento permanecía sentado y con los ojos aguados. El menor se puso de pie a lado de Arthit.

-Lo siento P'... No pude contenerme... - pocas veces el mayor lo veía así de avergonzado.

Arthit se acercó a su novio, lo tomó del brazo y lo arrastró de vuelta al hotel, no estaba seguro de cómo pedir lo que necesitaba, pero confiaba que el menor podía leer entre líneas. El silencio se instalo entre ellos mientras subían al ascensor. Arthit le robo un beso en la mejilla, luego otro, era ya bastante tarde y estaban solos en ese reducido espacio, cuando estaba por robarse otro beso, el menor lo arrinconó contra la pared próxima, colo sus manos por debajo de la camisa de Arthit.

-¿me dejaras tocarte P'? - Kong tenía una sonrisa coqueta en el rostro, no se atrevió a besarlo, pero seguia deslizando sus manos sobre la piel de la espalda del mayor.
-loco- Arthit estaba pendiente de las puertas del ascensor, nervioso de ser descubierto en una posición poco decorosa, pero no alejo a su novio, - aquí no.... - dejo un beso en su mejilla, antes de huir del abrazo y correr por el pasillo llevando de la mano a Kong.

Tan pronto como entraron a la habitación y después de asegurar la puerta, se dejaron caer en la cama, sus manos volaron entre sus cuerpos desponjandose de la ropa, Kong dudó cuando se encontró en su camino con el elástico de su propia ropa interior.

KONGPHOB
Su corazón latía a mil por hora. Estaba de rodillas sobre la cama y entre las piernas de Arthit. Ambos tenían el dorso desnudo, pero él estaba poniéndose nervioso y alguna parte de su cuerpo reaccionaba a la hermosa vista que tenía enfrente. Cerró los ojos al sentir las manos de su novio en su cadera deslizando la última prenda por sus piernas.

-si te tardas más,  voy a arrepentirme - el mayor murmuró para el, pero Kong sonrió fingiendo que no lo escuchó. Se quedo en silencio dejando que su P' se moviera con libertad, gimió cuando el aire frío rozó su miembro, entre abrió los ojos sonrojándose ante la vista. Arthit le examinaba detenidamente como si nunca antes hubiera visto uno igual. No era común ver a Kong avergonzado como ahora.

-P'Arthit- le llamó suavemente al tiempo que le empujaba de nuevo sobre el colchón, sacando al mayor de sus pensamientos con un camino de besos húmedos desde su cuello hasta su ombligo.

-Kong...mmm- escuchaba suaves gemido del mayor mientras jugaba al explorador sobre su vientre y se aventuraba por dentro de la ultima prenda de Arthit. No planeaba nada mas atrevido que repetir lo que habían hecho en el armario, pero esta vez usaría su boca. Sin pedir permiso Kong devoró el miembro semi erecto de su novio. Pasó su lengua por toda la longitud saboreando cada centímetro de piel a su alcance, podía sentir los dedos del mayor enredarse en su cabello, guiando la velocidad de sus movimientos -Kongphob...- escucho su nombre ser susurrado entre gemidos, era la primera vez que hacia algo así, y no sabia si lo hacía bien, pero al parecer al mayor lo estaba volviendo loco.

ARTHIT

Desconocía lo bien que podía sentirse su cuerpo al recibir las caricias de Kong, su frente escurría gotas de sudor a pesar del aire acondicionado, podía sentir el placer acumulándose en su vientre listo para explotar. -Kong... ah detente, Kong... no... no puedo mas...- empujo al mas joven sin mucho éxito, si no estuviera asustado de las consecuencias seria capaz de pedirle a Kong que lo hicieran.

Respiro profundamente cuando su miembro abandono la boca cálida de Kong, solo para volver a contener el aire en sus pulmones unos segundos mas tarde cuando su erección se frotó junto a la de su novio haciéndolo temblar. Kong sujeto sus miembros juntos con una mano, se recostó sobre Arthit sosteniendo su peso en la mano libre. 

No podía evitar gemir aunque se mordiera el dorso de la mano, Arthit estaba perdiendo el control de su cuerpo, apretó sus manos en la cadera de ajena subiendo aleatoreamente por su espalda hasta su cuello obligando a Kong a besarle, ambos se dejaron llevar por la sensación de sus cuerpos fundiéndose juntos. Solo unos segundos bastaron, Arthit cerro los ojos con fuerza llenando la mano del menor con su esencia, Kong recargo su frente el pecho de Arthit llegando también a su clímax.




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