Capítulo,17.

780 50 2
                                    

      Después de la entrevista siento una inmensa alegría creo que ya es hora que empiece a tocarme algo bueno, nunca he echo nada fuera de casa, me empiezo a decir a mi misma si seré capaz de hacerlo,creo que si lo haré bien, mis nervios empiezan hacer su efecto mientras preparo la comida, no paro de hacerle preguntas a Samira estoy muy intrigada, mi amiga me explica todo con sumo detalle mientras tanto yo la escucho muy atenta, no quiero cometer ningun error, para mi es muy importante y deseo hacer mi trabajo lo mejor posible.

     A la mañana siguiente me despierto muy entusiasmada, no puedo negar que estoy muy nerviosa voy a empezar a trabajar a poder valerme por mi misma, será duro hacer algo que no estoy acostumbrada pero pondré todo de mi parte para salir adelante, no deseo otra cosa en este mundo que poder tener a mi pequeña entre mis brazos, ese es mi propósito, mi sueño y me deseo.

Llego a ese gran edificio que el día anterior me dejó impactada, paso por el control de seguridad, me dirigo hacia un mostrador muy grande donde una muchacha jóven  me atiende amablemente, acto seguido  me lleva hacia el departamento de limpieza allí me espera Claudia la encargada del equipo de limpieza,  con una amplia sonrisa me recibe,nos presentamos, hablamos animadamente durante un rato hasta que empieza a contarme en que consiste mi trabajo.

Siento un cosquilleo por mi estómago, trato de disimular mis nervios y de no parecer tonta al no haber salido nunca de entre cuatro paredes, pero ahora no deseo pensar en eso, me lo he propuesto que desempeñaré mi trabajo lo mejor posible y así lo haré.

Después de las explicaciones de Claudia, ésta me enseña donde está mis "herramientas", y todo lo necesario añadiendo mi uniforme, Claudia me comenta que vaya a los vestuarios, allí podré cambiarme y empezar, empiezo a desvestirme, alguien me saluda le devuelvo el saludo, me presento soy nueva le digo a esa mujer de unos cincuenta y pico años, ella mirándome de arriba a abajo yo diría que mas bien con cara de asco que ni me habla, pero si lo hace Valeria otra empleada, una chica jóven, castaña ojos marrones de mediana altura muy simpática, me presento y empezamos a charlar, Valeria me cae muy bien, de echo es ella la que será mi compañera por unos días hasta que conozca mi trabajo después continuaré sola.

El día se me pasa volando, mi compañera es muy amable, me explica como debo de elaborar mi trabajo yo me siento muy cómoda hablando con ella,  la pena es que ha terminado mi turno, me despido de Valeria para volver a ir a los vestuarios donde me vuelvo a encontrar con esa señora que me mira con cara de asco, sin poderlo remediar le pregunto que le ocurre, a su vez ella me contesta que aqui los extranjeros sobramos, me quedo mirándola con cara de odio pero se girado y se a ido.

Me quedo pensativa, a que habrá venido ese comentario, que le he echo yo que  ni si quiera me conoce, con la duda no me voy a quedar,me cambio de ropa salgo de los vestuarios, camino por ese holl tan bonito mirándo una lámpara dorada de cristalitos cuando de pronto me choco contra alguien derramándole su café en su camisa.

- que vergúenza- disculpe señor, disculpe hiba distraida, mis manos tiemblan mientras rebusco por mi bolso para encontrar un pañuelo.

- tranquila señorita, no se preocupe, ha sido un accidente.me dice una voz suave, educada de un hombre jóven..

- no por favor déjeme que le ayude a quitarse la mancha que luego en seco salen muy mal- sin poderlo evitar mis ojos se quedan fijos ante ese hombre alto, joven castaño con unos ojos grandes marrones, es tan atractivo y con ese traje negro ajustado, me quedo inmóvil mi boca se ha secado y con un color rojo de mejillas bajo mi mirada al suelo, pidiéndole disculpas mientras presiento que el me sonrie, sin saber ni que decir ni que hacer decido marcharse sin ni si quiera despedirme, pero estoy tan avergonzada, tan nerviosa.

Montada en el taxi no dejo de pensar en lo ocurrido con ese desconocido, cierro mis párpados  y veo esos ojos color miel, ese rostro, ese cuerpo..hay dios mio que me esta pasando si yo jamás he mirado a un hombre directamente a los ojos y con éste..me pongo histérica de tan solo pensar en ese desconocido..

Llego a casa, Samira está en la cocina preparando un té, nos sentamos y empiezo a narrarle mi primer día de trabajo, estoy tan feliz y orgullosa de misma, porque poco a poco me voy superando, me voy demostrando a mi misma que valgo para trabajar que no soy ninguna tonta, estúpida, torpe, como siempre me han echo creer, pero no, soy una persona luchadora que quiere y desea valerse por si misma, poder solucionar mis problemas..me siento muy orgullosa de mi misma, con una amplia sonrisa me dispongo a ir a dormir, pero cuando mis ojos se cierran,todavía mantengo en mi mente la fotografía de ese hombre tan guapo, me despierto y me hago una pregunta, lo volveré a ver?..

♥AMOR REGALADO, AMOR COMPRADO♥Où les histoires vivent. Découvrez maintenant