Sober °•.Joerick.•°

°•.Ten: End

Tiempo después...

Camina hacia la barra y se acomoda en una banca alta.

Mira hacia el costado y él está ahí repartiendo bebidas como antes.

Suspira.

–Oye rizitos, ¿puedes servirme un trago?– se atreve a llamar su atención.

Joel voltea y entonces también lo ve.

Hermoso como antes.

–Mi compañero lo atenderá, yo solo atiendo a clientes ebrios–dice y le da la espalda para continuar con su trabajo.

Erick ríe. Ese chico es un tonto igual a él.

Tal para cual.

Por esa razón aún lo ama.

El corazón de Joel no para de latir aceleradamente. Ahora que lo tiene cerca no sabe que seria correcto hacer. Ve de reojo como Zabdiel le alcanza una botella de licor.

Esperar hasta que este ebrio, eso es lo primero.

Las agujas del reloj giran.

Tic, toc.

–¡Creo que ya estoy ebrio!— grita el ojiverde dejando la botella vacía de licor a un lado —¿Puedes venir ya rizitos?

—Zab, cubreme un momento ¿si?– le pide a su amigo. El mayor acepta y Joel jala a Erick hacia la bodega del lugar.

–Erick... y-yo...– Joel no sabe como empezar a disculparse.

—Ya que estoy ebrio aprovecharé esta oportunidad para ser honesto– interrumpe Erick –Dejemos de perder el tiempo en cosas estúpidas.

Joel sonríe por lo tierno que suena.

—Clash, clash, clash– murmura Erick chasqueando su lengua.

–Estas muy ebrio– habla Joel acariciando su mejilla –sientate aquí– señala la única silla que hay en el lugar.

–Sientate tú– el ojiverde empuja a Joel y después sube sobre él sentándose en sus piernas.

—Erick...– tartamudea por los nervios —deberíamos parar con esto.

–Shh...– lo calla —Dices muchas cosas y apenas insinúas algo.

–Lo siento– suelta de repente Joel –por tratarte como si no me importaras.

—¿Estas confesándome tus sentimientos de los que estaba inseguro?

Joel niega –Quiero que sepas que tú vales mucho y no mereces que alguien te haga daño. Quiero que continúes tu camino y te olvides de mi.

–¿Cómo puedes ser tan inconsciente?– dice en un tono molesto –Se honesto por primera vez ¡pretendes ignorar lo que yo siento!

–No, no, no. No quiero esto por más tiempo.

–Dime tus sentimientos ahora. No estoy sobrio.

–Tengo miedo– suelta Joel –me enamore tanto como tú hace un tiempo y me hicieron mucho daño.

Erick acaricia el rostro del rizado con cariño.

–Él venia todas las noches a beber porque sufría un mal amor y manteníamos largas conversaciones. Yo le entregue todo mi ser una noche y la siguiente él me dejó en claro que había sido un error, que volvería con su ex novio.

—Yo soy Erick y aunque soy tonto no soy ese idiota porque yo si te amo.

–Erick... yo dejo que te embriagues para que no recuerdes esto. Para que no te duela como a mi.

–Te amo– pronuncia seguro –No me importa si piensas que estoy loco porque no estoy sobrio– insiste Erick –Dime tus sentimientos.

Joel se mantiene en silencio. Aún tiene miedo.

–Ya que no te atreves a decir nada lo haré yo– dice Erick armándose de valor –¿Quieres ser mi novio, Joel?

Joel abre grandemente sus ojos —¿Que hay si no quiero?

–¿Qué puedo hacer si me rechazas?– Erick frunce las cejas, pensando –No pensé en eso, uh– murmura bajito y continua pensando —No lo sé– responde finalmente después de unos segundos.

Las mejillas de Joel se ruborizan y desvía la mirada. No es capaz de observar a Erick por tanto tiempo sin morir de ternura.

—No, no, mírame a mí– dice Erick sujetando su rostro y hace que lo mire –Voy a contar hasta diez y me dirás que si.

Joel mira fijamente sus ojos verdes y aunque aún tiene miedo de salir lastimado, sabe que Erick es diferente a cualquier chico que antes haya conocido.

Vale el tiempo, los riesgos, la pena.

–One, two, three, el tiempo hace tic, toc– susurra cerca de sus labios.

–¿Por qué cuentas en ingles?— pregunta y el ojiverde pone un dedo encima de su boca para callarlo.

–Four, five, six, el tiempo se acaba.

Las manos de Joel tiemblan pero sujeta fuertemente la cintura de Erick.

—Seven, eight, nine, ¿Quieres ser mi novio?

El rizado se estira para atrapar los labios del ojiverde.

–Chico deberías reconocer que te enamoraste de mi...– dice Erick apenas se separan.

—Si— responde Joel —Si, quiero ser tu novio.

Erick vuelve a unir sus labios.

—Lastima que no recuerdes esto mañana– habla Joel tomando aire –¿y si mañana te arrepientes?

–Cariño, te diré la verdad– Erick sostiene el rostro de Joel –no lo olvidare y tampoco me arrepentiré– acaricia su mejilla –No estoy ebrio, estoy sobrio– sonríe.

–Pero te vi tomando licor.

—Tome apenas mitad de un vaso. Zab me dio una botella vacía.

–Pequeño tramposo– Joel también sonríe.

–Prometeme amarme siempre que este sobrio.

–Prometo amarte incluso si no lo estas.

–Es que yo no suelo tomar alcohol. Lo hice solo por ti, porque sabia que eras para mi.

–Te amo– suelta por primera vez Joel y Erick sabe que lo dice desde lo más profundo de su corazón.

Porque se lo está diciendo ahora que está sobrio.

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