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Sentía los nervios apoderarse de mi cuerpo, movía los pies impaciente, tenía miedo, miedo de volver a arruinarlo todo, miedo de perder a Fred.
En éste momento nos encontrabamos en la gran fila, habíamos estado ahí media hora y ya estaba empezando a hartarme. Entre Fred y yo había un silencio un tanto incómodo. Estaba a un 99% de escapar y dejar ahí solo a Fred, pero el 1% que quedaba no me lo permitía.
Estaba tan sumergido en mis pensamientos que no noté cuando habíamos llegado ya al principio de la fila. Nos subimos a la cabina que no era ni tan grande ni tan pequeña y el juego empezó a andar. Sentía el moviento al bajar y al subir, se veían las calles que estaban ahí cerca y un montón de luces provenientes de los juegos de feria. Fijé mi vista en mi acompañante, pude ver un brillo en sus ojos y una bella sonrisa, ésa sonrisa que me encantaba. Sonreí inconsciente.
— ¿Te diviertes? — Pregunté haciendo que me volteara a ver. El asintió.
— Sí...— dió un suspiro — ¿si sabes que Freddy y Joy solo pusieron una excusa para dejarnos solos?
Sacudí la cabeza.
— ¿Qué? —
— Si..., Freddy nunca tuvo miedo a las alturas, recuerdo que de pequeño saltó desde un avión con paracaídas. Pensé que lo sabías — Explicó Fred. Yo solo me sentía...¿confundido? nah, nisiquiera sabía como sentirme en ése momento, agradecido, enojado, confundido, varios sentimientos llegaron derepente.
— ¿Y, y, éso te molesta? — Pregunté desviando la mirada.
— Para nada..., es lindo tener tu compañía — mostró una sonrisa sincera mientras agarraba mi mentón y hacía que lo viera a los ojos. Sonreí de lado, sentía mis mejillas arder y mi corazón a mil por horas — Gold, yo...
Lo interrumpí.
— Perdón — Él solo me miro con una mirada de confusión — Perdóname por ser un completo idiota, perdón por pensar en que tu y Owynn salían..., ugh, me veo más idiota de lo que soy, ¿verdad?
Pregunté mientras agarraba mis cabellos y los jalaba hacia atras. Escuché una risa que provenía de Fred, levanté la vista encontrándome con esos ojos que tanto me vuelven loco.
— ésto es tierno...— hizó una pausa — perdóname a mi, perdón por huir el día en que me pediste que sea tu novio, es que...yo, me sentía nervioso, nervioso por lo que dijeran los demás acerca de nuestra relación...
Bajé la mirada con un suspiro al escuchar sus palabras.
— Pero..., lo pensé en todo éste tiempo y...,¿sabés que? — Alzó mi rostro con un dedo y se acercó a mi.
— ¿Qué? —
— Me vale verga su opinión — No lo pensó ni dos veces y ya estaba besándome, sinceramente extrañaba sus labios, su sabor, sentirlos junto a los míos, joder, Fred me tiene loco.
Habían pasado ya unos minutos, pero nosotros seguíamos en lo nuestro, no teníamos intensión de separarnos, en ése momento solo éramos Fred y yo. Las manos de mi acompañante pasaron a mi pecho, acariciandolo mientras que las mías pasaban a su nuca, atraje más su rostro haciendo más profundo el beso. Pasaron otro más minutos y el juego se había detenido para bajar, nos separamos con una sonrisa en nuestros rostros y un color carmesí en nuestras mejillas.
