ʟᴜᴄɪғᴇʀ [2] sᴀɢᴀ INFERNO.

36. S O N R Í E (QUE DELICIA)

Ya no vuelan mariposas en su estómago,
se murieron en un precipicio amargo,
ya no necesita alas blancas,
las destruyó batallando en guerras titánicas.

Murió un día y decidió joder a las mentiras,
ella estaba hecha de más malicia.

Ella era como Alicia teniendo un mal día,
sin dejar de gritar -traeme más delicias-.

Algún día todos entenderían,
que el sufrimiento,
no está hecho para gritarlo,
sino para derrotarlo.
Algún día él entendería,
que el error no fue abandonar,
sino dar por hecho que todo estaba mal.

Y ella resurgió de las mentiras,
gritando,
-¡Pintaré en billetes tu sonrisa y así verás tú propia avaricia destructiva!