Amantes (Virgato)

CAPÍTULO 27

4 SEMANAS DESPUÉS:

Narra Joel:

Han pasado ya casi un mes desde el accidente, y gracias a dios, Chris se ha estado recuperando poco a poco

Para su fortuna solo tuvo un esguince en la pierna, sin embargo tiene que guardar mucho reposo

No obstante, el castaño ha mostrado interés en volver a hacer sus actividades diarias de manera independiente, pero no es posible, debido a que tiene que usar un par de muletas que para avanzar, las cuales menciona que le molestan 

Me he dedicado a venir casi todas las tardes a su casa y estoy ahí para apoyarlo e incitándolo para que comience de nuevo y no se de por vencido 

 —Vamos Chris, tu puedes  —le dije intentando convencerlo 

—¿Estas seguro?, yo aún tengo mis dudas  —respondió dudoso 

—Estoy seguro de que lo harás bien, confío en ti  —exclamé 

El castaño dio un suspiro y comenzó a avanzar sin sus muletas, apoyándose solamente de su pie izquierdo, al igual que algunos muebles que estaban en su pequeño trayecto 

La idea era de que en caso de una emergencia o un problema, el ojimiel pudiera avanzar sin la ayuda de sus muletas

El ya mencionado comenzó a avanzar con lentitud, apoyando sus manos en el comedor, recorrió cerca de dos metros con éxito, sin embargo al llegar a la orilla me miró un tanto nervioso 

—Joel ¿y si me caigo?  —preguntó el castaño haciendo un lindo puchero

—Eso no pasará, o al menos no mientras este aquí, no dejaré que caigas, y en caso de que lo hicieras también estaré aquí para ayudarte -respondí intentando darle confianza 

—Lo prometes

Me acerco hacia el ecuatoriano y dejo un beso en su frente, —Lo prometo 

El castaño me miró por unos segundos mas para después volver a sonreír, con eso me dejó claro que lo iba a intentar 

Este comenzó a avanzar poco a poco, sin embargo yo me quedé a sus espaldas 

Cada paso que daba lo seguía con mis brazos extendidos para que en caso de que este cayera, poder sostenerlo 

Finalmente el ojimiel había podido avanzar cerca de 8 metros, ya habíamos atravesado toda la cocina y estábamos cerca de las escaleras 

Sin embargo el ya mencionado dio un mal paso, ocasionando que cayera sobre mi, y yo por supuesto, estaba distraído, y gracias a su peso me hizo caer al suelo también, quedando el encima de mi 

Al darnos cuenta de lo sucedido comenzamos a reír a carcajadas como locos sin parar, era gracioso lo que nos había pasado 

Al finalizar de reír me quedé callado, observando su rostro, sus ojos color miel parecían brillar desde el ángulo en los que los veía 

—¿Estas bien?  —preguntó el castaño comenzando a reír de nuevo 

—Por supuesto, es solo que un bello ángel del cielo me cayó encima  —respondí coquetamente 

— sabes, amo pasar el tiempo contigo, y amo tenerte para mi —exclama acercando sus labios a los míos de manera lenta 

—Yo también siento lo mismo -respondo cerrando mis ojos y acercando mis labios a los suyos

De pronto los labios del castaño se juntaron con los míos con suavidad, en ese momento sentí como un ligero hormigueo recorría todo mi cuerpo, haciéndome estremecer