Sus nombres eran un suspiro

187 3 3
                                    

3650

Las luchas civiles de Roma cambiaron la suerte de Cleopatra, Julio César persiguió a sus enemigos hasta Egipto, donde se conocieron y volvieron amantes en poco tiempo, la princesa lo manejaba a su antojo y utilizaba su influencia para mejorar su lugar en la línea de sucesión.

Tuvieron un hijo, era muy bonito, de ojos verde oscuro y cabello castaño, su padre estaba orgulloso pero tuvo que regresar a Roma para gobernarla y nunca más lo volvió a ver, siguiendo con su vida normal atendiendo asuntos más importantes.

Cesarión fue muy mimado por su progenitora, recibió una buena educación, creció al lado de sus hermanitos y pensaba que el mundo le correspondía por derecho. Sin embargo rivalizaba con los Donuts, quienes habían arruinado su vida, le arrebataron su importancia y se pensaban intocables.

Su madre, a pesar de también odiar a los Donuts, era amable con ellos para evitar problemas, siempre se mostraba prudente y fresca, honorable por encima de cualquier desaire. Mostraba decoro, e intentaba preservar la armonía entre su hijo de 10 años con los visires de 13. 

Aquella situación tensa fragmentaba la unidad del país, la corte apoyaba al pequeño noble, defendiendo su origen mestizo, augurando una gran oportunidad de progreso con Roma. Los príncipes de Uruk despreciaban su nacimiento y ascendencia, juzgándolo como un "Niño estúpido, hijo de una vulgar prostituta y un adultero". Armándose con el favor de la familia real, usaban al adorable Merenpta como escudó político.

Entonces, el rey de reyes noto que había cometido un error con los Donuts, tenían demasiado poder y estaban cegados por la arrogancia. Cada día la enemistad entre los niños se agravaba, por ahora mantenían escandalosas agresiones verbales ¿Y después?

No temía a las represalias del tal César, pero si tendría que deponerlos inmediatamente y expulsarlos de su reino antes que desataran un absurdo enfrentamiento por el trono. Los Donuts habían hecho mucho por él, le agradaban y estaba agradecido, pero no podía regir así.

Secretamente, ordeno que antes del amanecer los pusieran en una ostentosa litera, con un suave colchón y mullidos cojines para no despertarlos, cubriéndolos de la multitud tras finas cortinas y los llevaran a la frontera con Libia, donde serían abandonados en el desierto. 

Levinanika despertó a la mitad del camino y no podía creerlo, preocupada, removió a su hermano y de un momento a otro fueron arrojados al desértico suelo. Los esclavos dieron media vuelta y dejaron caer un papiro  que contenía una amenaza de Ozymandias. No tuvieron que verla para entender.

-¡¡¡BIEN!!!, ¡No nos desanimamooos!-grito con rabia, lastimándose la garganta al ponerse rápidamente de pie y sacudiendo su vestido rosado

-¡¿Y ahora que vamos a hacer?!-Gilbert permaneció debajo, agitando la falda de su hermana para hacerla reflexionar

-Podríamos limitarnos a morir aquí-refunfuño-Pero seremos eternos en la memoria del mundo ¿Recuerdas?-con media sonrisa extendió su mano y convocaron una nube

...Roma...

César era un hombre astuto, ambicioso y sobresalía en el engaño, gracias a su atemorizante inteligencia, tenía un estatus intocable como dictador vitalicio, se nombro cónsul, sumo sacerdote y general de todos los ejércitos. Pero había algunas personas a su servicio que escondían peligrosidad, muchas familias importantes y un numeroso grupo de senadores se sintieron amenazados por los poderes que tenía.

Movidos por el rencor, la envidia y el ansia de poder, organizaron una conspiración para matarlo. Los Donuts al llegar y presentarse como embajadores de Macedonia, con solo observar su comportamiento les pareció muy obvio, supieron que no había intenciones nobles y se acercaron a ellos para respaldarlos con armas y dinero.

La epopeya de los DonutsWhere stories live. Discover now