parte 2/3

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Changes
(Escuchar cuando se mencione)

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Entonces llegó un auto negro que si no me equivoco era marca Lamborghini. De aquella nave espacial bajo uno de los trabajadores del lugar y le entregó las llaves a mi acompañante. Esta abrió la puerta de copiloto e hice mi paso hacia adentro para que luego ella también lo hiciera pero del lado del volante.

Puso algo de música y comenzó a sonar Changes de H.E.R. Ambas sonreímos, pues la noche parece haberse puesto de acuerdo para calentarnos con cada detalle. Necesitaba distraerme, y mirar por la ventana ya no estaba lográndolo aunque igual disfrutaba de ver el centro de la ciudad tan iluminado y el cielo tan oscuro haciéndole contraste.

Me sobresalté al sentir su tacto en mi muslo. La miré y aún estaba manejando con una mano, concentrada en las calles, pero mordía su labio mientras acariciaba mi piel. Yo me acomodé en el asiento del auto y abrí ligeramente mis piernas, el calor era demasiado intenso y se sentía la excitación en el aire.

Tuve que tomarme de alguna parte de la puerta cuando su mano tenía mas cercanía a mi entrepierna. Mi respiración se aceleró creando dificultad en la entrada de oxígeno por la nariz viéndome obligada a abrir la boca y respirar por allí. Se me escapaban sonidos agudos cuando aplicaba algo de presión en sus masajes, cerré los ojos buscando un poco de autocontrol pero no hallaba nada.

El auto se frenó y yo abrí los ojos cuando no sentí mas su tacto. Apagó el motor y bajó para después rodearlo apurada y abrir mi puerta, entonces reaccioné que ya habíamos llegado. Mi sorpresa fue enorme al encontrarme con una mansión elegantemente iluminada por luces blancas en cada esquina. La puerta detrás mío se cerró y el auto se fue, me asusté al pensar que había quedado sola hasta que me tomó por la cintura y me acerco a su cuerpo de golpe. Seguro fue un empleado el que se llevó el auto.

En la puerta de su "casa" por así decirlo sentí el sabor de sus labios por primera vez e inmediatamente comenzamos a besarnos de una forma feroz, nos necesitábamos y ni aunque quisiéramos esto iría lento.

Me soltó para abrir la gran puerta principal pero yo no podía soltarla, no quería. Me pegué a su espalda consciente de que seguro sentía mis pechos posados en ella y la rodeé con mis brazos para correrle el cabello y darle besos húmedos en el cuello. Ella tardó aún mas en girar la cerradura para entrar pero en cuanto lo hicimos no tuve ni tiempo para respirar o mirar el lugar cuando ya me estaba acorralando contra una de las paredes, devorando mi cuello y metiendo sus manos por debajo de mi vestido, levantándolo hasta mis caderas, que oportuna. Yo intentaba sostenerme de la pared mientras gemía pero al no obtener resultados llevé mis uñas a su espalda agarrando con fuerza su ropa.

Escuché como la tela de mis prendas exteriores se rajaba y aunque me pareció excitante en demasía, lo lamenté por mi pobre vestido.

-H-hey... era... era nuevo...ahh- no podía ni quería seguir hablando sin ser interrumpida por mis agudos gemidos.

Ella soltó una pequeña risa sobre mi piel, la cual logró erizarme por completo. -Te compraré veinte más.- y entonces metió sus dedos bajo mis bragas tensando cada músculo de mi cuerpo. Unió nuestras bocas que encantadas se encontraron con urgencia y mientras me besaba investigaba mi intimidad.

Las piernas se me debilitaban ante el placer y ella pareció notarlo pero no se detuvo, al contrario, aceleró sus movimientos. Sus dedos resbalaban en mi humedad acariciando con necesidad mi clítoris.
Terminó de romper con fuerza mi vestido y este acabó en el suelo, no llevaba sujetador y en cuánto vió mis pechos no se detuvo en buscar permiso y fue directo a ellos. Con su lengua comenzó a proporcionarme placer mientras recorría mis pezones erectos y en momentos los mordía con los labios.

Stranger - sahyo [+18]Where stories live. Discover now