The Royal's Cute Little Wife

Capítulo 95: Bully

Estando castigado durante dos meses por el emperador Yuan Hui, Yan Yu estaba un poco deprimido al principio, pero finalmente lo pensó, y quedó satisfecho con eso.

Estaba rodando con facilidad. Todos los días, él acompañaba a Xie Zhen a través del largo día de verano.

El que debía preocuparse era Ping Wang.

El emperador Yuan Hui había empezado recientemente a confiar los asuntos de la corte imperial al príncipe heredero, y con frecuencia haría que el príncipe heredero permaneciera en el estudio imperial para revisar y aprobar los informes. Todos los funcionarios estaban adivinando si Su Majestad iba a abdicar y permitir que el príncipe heredero se haga cargo ... Lo más probable es que ocurra el próximo año o dos.

El temperamento del Ping Wang se hizo cada vez más irascible, y si él no lo sacaba del sirviente al mismo tiempo, todos los sirvientes temblaban de miedo. Tuvieron suerte de poder esconderse incluso por un día.

Además, la corrupción y el soborno de Lin Rui habían sido expuestos, lo que sucedió que cayó en manos del príncipe heredero. El príncipe heredero fue amable y no se quitó la vida, solo cambió su posición y lo relegó al estado de oficial. Como un simple funcionario del noveno rango, no podría causar un alboroto. Por el contrario, agradecería la amabilidad del príncipe heredero.

Los pensamientos de Yan Tao tenían razón, desde entonces, Lin Rui fue extremadamente cauteloso en los asuntos del gobierno, aunque su naturaleza era la misma, pero se volvió mucho más obediente.

Cuando Yan Yun descubrió que Yan Tao había sobornado descaradamente al Ping Wang, se enojó mucho. No tuvo mucho tiempo para esperar, y si tuviera que seguir arrastrando esto, tarde o temprano, le daría esta montaña y el río a otra persona.

El título de Príncipe Heredero siempre le había pertenecido ...

Pensando en esto, Yan Yun apretó su agarre en el reposabrazos con diseño de nubes.

¿Cómo podría estar dispuesto?

Si su madre no hubiera muerto demasiado pronto y estuviera solo, ¿cómo pudo haber terminado así?

La suerte de Yan Tao fue mejor que la suya.

Su personalidad era gentil y no lo suficientemente decisiva. Simplemente no era un material para convertirse en duque, y solo él era la persona más adecuada.

Pensando en ello, Yan Yun se puso de pie y dejó que sus asistentes personales entregaran una carta a los ministros que todavía estaban con él, mientras planificaba sus planes futuros, para que nadie encontrara pistas.

Ya sabía hace unos días que el emperador Yuan Hui había ordenado a las personas que lo vigilaran desde fuera del palacio. Lo que tenía que hacer ahora era comportarse y ser su Príncipe Ping.

Desafortunadamente, esto no era lo que él quería.

Comparado con cuando Yan Yun se estaba preparando para una sangrienta batalla, la Mansión de An Wang parecía ser mucho más feliz.

Hacía demasiado calor en el cielo, por lo que Yan Yu hizo que sus hombres colocaran una parro en el patio trasero. Había una cama corta debajo de la uva, y la cama estaba cubierta de bambú. Después de la parte más calurosa de la tarde, a Xie Zhen le gustaba tomar una siesta debajo del cenador. Sin embargo, solo comía las uvas que Shuang Yu había lavado y leía el libro al mismo tiempo.

La cama solo podía acomodar a dos personas, y Yan Yu ocasionalmente se apretaba, sentía que hacía demasiado calor y quería echarlo, pero al final terminó siendo cargada por él. Cuando se despertó, el sol ya se había puesto en el oeste. Yan Yu la envolvió alrededor de su brazo y miró casualmente el libro que tenía en la mano.