Vida Cotidiana

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Al llegar a la casa de Cloe no pude aguantar más y caí rendido en el sofá. Necesitaba descansar después de tan dura pelea contra Saber.

Dormí por dos días y al fin me desperté del sofá, viendo a la pelirroja a punto de salir de casa.

Cloe: Jajajajaja, vaya cara de dormido tienes. Al fin despiertas dormilón.

Se burló y me acarició la cabeza mientras yo apenas podía abrir ligeramente los ojos. Me senté en el sofá y me froté los ojos al mismo tiempo que bostezaba.

Cloe: ¿Has podido descansar?

Asentí y ya me puse de pie para estirarme.

Klaus: Vas a comprar, ¿no? Deja que te acompañe.

Ella asintió y fui al baño a darme una ducha rápida. Ya como nuevo, salimos juntos de casa y fuimos a la calle comercial, donde vimos algo que nos sorprendió a los dos.

Cloe/Klaus: ¡¿Lancer?!

Lancer: ¡Vaya, mirad a quienes tenemos por aquí!

Cu Chulainn estaba como dependiente en una pescadería, al parecer estaba ayudando al dueño de lugar.

Klaus: Veo que te va bien, me alegro.

Lancer: A vosotros también os va bien, parejita.

Bromeó el héroe irlandés soltando una gran carcajada y compramos salmón para la cena. Ya estábamos a punto de irnos cuando...

Lancer: ¿Nos veremos mañana en casa del Master de Saber?

Klaus: ¿Qué?

Cloe: Sí, mañana nos veremos.

Respondió la pelirroja y se despidió del Servant peliazul, mientras yo no entendía nada.

Cloe: Mientras tú dormías he recibido invitaciones para muchas cosas.

Klaus: ¿Qué invitaciones?

Pregunté inocentemente y sacó una carta del bolsillo de su abrigo. Esta carta tenía un sello con la imagen de un templo, específicamente el del Templo Ryudoji, así que supuse que era de Caster, pero me sorprendió el mensaje.

Klaus: ¡¿Caster y Kuzuki se van a casar?!

Dije sosteniendo en mi mano la invitación a la boda de esos dos.

Cloe: Así es. Y como supongo que no tienes más ropa que esa, iremos a comprar un traje para el evento.

Aún estaba un poco en shock por aquello puesto que no me lo esperaba, sin embargo no dije nada y fui junto a mi Master camino a un centro comercial cercano.

Todo estaba calmado, era un día de invierno en el cual no hacía mucho frío, de hecho había un gran sol en el cielo que nos calentaba y también había una ligera brisa que nos refrescaba para que no nos muriésemos de calor, pero tampoco de frío. Los pájaros cantaban y alegraban el día en las poco ajetreadas calles de Fuyuki.

De repente una ligera intención asesina rompió aquella atmósfera tan tranquila y rápidamente me giré para bloquear el ataque que venía hacia mí y mirar de frente al agresor.

Klaus: ¡¿Assassin?!

El Servant contrario no dijo nada y continuó su ataque con un rápido movimiento de manos. Pude bloquear su ataque de alguna manera aunque me hizo varios cortes en la ropa.

Cloe al ver aquello se alejó mientras que yo miré fijamente a los ojos de Sasaki Kojirou. No hacia falta que cruzásemos ninguna palabra, su mirada me lo decía todo; quería un duelo, y lo quería ya.

Ambos nos pusimos en guardia con nuestras katana en alto apuntando a nuestro adversario y el caer de una hoja al suelo fue el suceso que dio comienzo a nuestro combate.

Assassin arremetió con fuerza hacia mí, mientras que yo bloqueaba sus ataques, aunque me sorprendió su manejo de la espada, pues era mejor que la primera vez que luchamos y sabía que aún no lo estaba dando todo.

Contraataqué, pero mi ofensiva fue detenida y repelida en un instante, pero no me iba a rendir tan fácilmente, y tras unos segundos de estar bloqueando ataques y llevarme algún que otro corte, ataqué de nuevo.

Esta vez no pudo repelerlo, así que lo bloqueó y comenzó otro gran choque de espadas, en el que ninguno de los dos sobresalía. Entonces cambié la forma de Cenibel a la de unas dagas para atacar con más rapidez al Servant contrario, quien no podía evitar llevarse algún que otro corte por mis ataques.

Se alejó con un gran salto y se puso en posición para desatar su Hougou. Por mi parte, le esperé en guardia y los dos fuimos de frente al ataque.

Assassin: [¡Tsubame Gaeshi!]

Vi su ataque venir hacia mí al mismo tiempo que yo iba hacia él, y ambos acabamos de espaldas detrás de nuestro oponente; aunque para la sorpresa de Kojirou le hice dos cortes en el pecho con mis armas mientras que yo estaba intacto.

Assassin: Asombroso...

Habló el contrario mientras guardaba su katana y se daba la vuelta para mirarme.

Klaus: Ya sé como funciona esa técnica, así que no me darás a menos que utilices una nueva.

Assassin: Gracias por el aviso.

Sonriendo estrechamos la mano y Cloe se acercó queriendo curar la herida del espadachín, para después verle marchar con una mochila de viaje a sus espaldas.

Tras este incidente proseguimos nuestra marcha hacia el centro comercial y allí buscamos una sastrería donde estuve probándome varios trajes hasta que uno me quedó perfectamente, como si lo hubieran hecho para mí.

Una vez fuera, nos dirigimos a casa, hablando de cuales eran nuestros planes para los próximos días. Por el momento, mañana iríamos a casa de Emiya a comer con ellos.

Fate/Stay Night: Un Nuevo ServantOù les histoires vivent. Découvrez maintenant