El sonido de una puerta abriéndose fue lo que sorprendió a Kyrie, estaba tejiendo ropa para los niños del orfanato.
Siendo lo único que los ciudadanos de Fortuna podían darles a Nero y Ella por ayudarles (Aunque a Nero no le molestaba no recibir nada a cambio).
Con el sonido de la puerta, la esperanza de Kyrie volvió a ella de que fuera su amado...incluso una personita también lo esperaba.
Y se diría, la dama de la fortuna estaba de lado de Kyrie.
De la puerta se pudo ver una melena peliblanca un poco más larga que lo recordaba la joven castaña, sus ropas seguían siendo las mismas que cuando se fue...con esa camisa que le hizo ella a el, que parecía estar muy aferrada.
Lo que no sabía, es que Kyrie usaba su energía demoniaca para hacerle solamente la ropa a Nero, reforzandola para resistir el mayor daño posible.
-Pareces que haz estado ocupado mientras estaba afuera.- Dijo la voz de su pareja antes de entrar de lleno a su hogar.
La castaña se levantó y se acerco a paso lento para abrazar al descendiente de Sparda.
Kyrie noto rápidamente que había recuperado el brazo que se le había arrebatado aquel día.
Pero algo raro sucedió en ese brazo, que el mismo Nero no esperaba.
Su nuevo Devil Bringer, su nueva manifestación de su poder demoniaco salió sin que Nero entendiera porque.
Aquellos alas se acercaron a Kyrie tocando sus hombros, provocando un brillo blanco ante de que...se expusiera.
La forma "Ángel" de Kyrie.
Estaba era diferente, era lo que se podía considerar un ángel en su totalidad...pero poseía unas características que los delataba como un demonio.
Sus ojos eran un azul que brillaban como si de luz fuera, sus alas parecían dispuestas a disparar sus plumas como proyectiles como su pelo que parecía poder dispararse aunque en esa situación parecía estar calmó.
-Kyrie....-
-Esto fue lo que me hicieron...solamente tú poder completo mi forma real...fui la última ascendida hecha por la orden y a la vez...la más fuerte..- La tristeza se notaba en su voz un poco aclarada y con Eco dando más la sensación de un ángel.
Nero no hablo nada y dejo que un brillo azul lo envolviera...mostrando su aspecto demoníaco.
Kyrie simplemente no esperaba esa respuesta por su novio.
-No importa como te veas...yo me enamore de la chica que cantaba con su melódica voz en la iglesia...y que juntos...nunca habrá rendición....- la voz sonaba distorsionada pero transmitía la misma sensación de felicidad en la voz del nieto de Sparda.
Lágrimas recorrieron los ojos de la chica aún en su forma demoniaca, al ver eso...Nero paso su mano para limpiar las lágrimas de la chica.
Regresando a su formas normales, la mirada entre ellos derrochaba amor por los poros.
-Ocupo enseñarte algo...- fue lo que dijo antes de que Kyrie caminara hacía el lugar donde se encontraba la ropa tejida por ella, claramente Nero la siguió.
Al llegar donde se encontraba la mesa con el equipo que usaba Kyrie, saco de una pequeña caja algo interesante.
Un gabardina azul pero mucho más pequeña como que poseía antes de los hechos de los portales y una versión en miniatura de su espada: Red Queen.
Nero tomo con sus manos aquella ropa en sus manos y rápidamente captó el mensaje que quería dar su novia.
El peliblanco alzó su mirada a Kyrie que estaba simplemente sonrojada y con una sonrisa cálida en su joven rostro.
Nero simplemente se lanzó abrazarla cálidamente aceptando el mensaje.
Ellos serían padres.
Sonriendo y riendo alegremente fue lo que definiría la situación.
...
Hay una frase conocida por muchos: "Los demonios nunca lloran, y si lo hacen, entonces son algo más que demonios".
Pero, quien dice que "Los Demonios no pueden amar"?.
