dos

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Delfina

-¿Como estás?- preguntó posando su mano en mi hombro- Además de re buena.

El color no tardo en subir a mis cachetes,por lo visto el se dió cuenta ya que largó una risita,la cuál no tarde en seguir.

-Siempre tan chamuyero vos- contesté con una sonrisa- Estoy bien,¿y vos?.

-Muy bien la verdad.

Estuvimos un ratito charlando sobre todo lo que pasó en estos años,como le iba en el freestyle,que por lo visto avanzó muchísimo y ya se largó con la música y varias cosas más.

-Así que Truenito eh- espeté respecto a su a.k.a

Después de reírnos unos segundos nos quedamos mirandonos a los ojos,habíamos formado un silencio comodo.Nos quedamos así por unos cuantos segundos hasta que rompió el sigilo.

-Te extrañé- confesó con una sonrisa sin dientes.

-Yo también.

• • •

-Te ví con Mateo hoy- habló mi hermano sin despegar la vista de la calle- Estaban muy juntitos.

-¿Y?.

-Nada Delfina,solo te voy a decir que ojito con lo que hacen,no quiero que tengan ninguna relación que vaya más allá de amigos.

-¿Y vos quien mierda te pensas que sos para decirme que tengo que hacer y que no?- elevé un poco la voz- ¿No te parece que soy un poco grandecita para que me controles,Camilo?.

Noté como frunció los labios,lo hacía siempre que se enojaba.

-Mateo es mi mejor amigo y no me quiero pelear con el por culpa tuya,pendeja.

Esa fue la gota que derramó el vaso.

-Frená el auto- le ordené lo más tranquila posible- ¡Frená el auto te dije!- volví a repetir porque me había ignorado anteriormente.

-Cortala.

-O paras el auto o me bajo en movimiento.

Dió un manotazo y frenó el auto en una esquina,abrí lo más rápido que pude y cerré la puerta de manera brusca.

El auto no tardó en arrancar,dejandome sola en aquella cuadra.

Miré la dirección y todavía estábamos a unos 20 minutos de mi casa.Iba a pedir un taxi y recordé que me había olvidado mi carterita en el auto,donde tenía un poco de plata y las llaves.

Estaba sola,hacía frío y todavía me faltaba mucho para llegar.

Pensé rápido que podía hacer,no iba a llamar a mi hermano para que volviera,me había dolido mucho que me tratase así.Pensé y se me ocurrió algo.

Desbloquee mi celular y busque entre mis contactos al morocho,quién minutos antes me había dado su número. Apreté el botón de llamar y esperé a que atendiera.

-Hola?.

-Matu- hice una pausa cuando sentí que las lágrimas empezaban a hacer presencia en mis lagrimales- Te necesito,por favor.

-Del,¿que pasó?,¿estás bien?,¿estás llorando?,¿dónde estás?- empezó a preocuparse y logré escuchar como se levantaba de la cama.

-Necesito que me vengas a buscar,por favor- trataba de oprimir los sollozos mordiendome los labios.

Le pasé la dirección y me senté en el cordón a esperar que llegara.Quince minutos después tenía a un Mateo preocupado,arrodillado frente a mi.

Cubrí mi cara con mis manos,no quería que me viera llorar. Enrolló sus brazos en mi espalda en un intento de abrazo.

-¿Qué pasó gordita?- no le respondí y salieron un par de sollozos de mi- Vení,vamos- me paré y el cruzó su brazo por mi hombros, atrayendome más a el.

Subí a su auto por el lado del acompañante,cerró la puerta y rodeó el vehículo para subir.

-¿A donde vamos?- desvío su vista hacia mi e inclinó la comisura de sus labios para arriba.

-Voy a llamar a mi papá para que me abra porque me olvidé las llaves en el auto de Camilo,me va a matar- agarré mi celular para desbloquearlo,pero mi acompañante me lo arrebató.

-Delfina,son las 5 de la mañana,tu papá mañana tiene que levantarse temprano para trabajar- tenía razón,era Sabado y mi progenitor se levantaba a las 7 am- Quédate en mi casa y mañana te llevo,si querés.

Lo pensé por un momento,no había ningún problema. Me quedo a dormir y mañana apenas despierte me voy.

Asentí.

-¿Me queres contar que pasó?- lo pensé por unos segundos- Si no querés no hace falta,solo quiero saber si te puedo ayudar- agregó al ver que no respondí.

-Discutí con Camilo,solo eso- apoyé mi cabeza en el vidrio,con la mirada perdida en este.

• • •

-Mateo no hace falta que duermas en el piso,es tu cama.

-No importa,vos dormí ahí- señalo su cama de dos plazas- y yo acá- refiriéndose al colchón que había en el suelo.

Después de discutir por varios minutos,terminé aceptando dormir en su cama.

-Hasta mañana corazón- me dió un beso en la frente y se recostó en el colchón.

A escondidas ; TruenoWhere stories live. Discover now