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—Denme una sola razón por la cual estaban espiandome—dije un poco furiosa.

Mi madre y David se voltearon a ver y soltaron la carcajada.

—Es que yo—dijo David sentándose en la isla de la cocina—le aposté a tu madre que hoy te besabas de nuevo con Giovanni.

—No me usen para sus apuestas tontas.

—Espero que te compres algo bonito con esos quinientos dolares—dijo mi madre riendo.

Subí a mi habitación, entré al baño a hacer mis necesidades y tome una ducha y me puse mi pijama, que consistía en un short y una blusa de tirante de un material muy cómodo.

Mi habitación tiene la temperatura perfecta. A veces siento que estoy en Colombia.

Ahh...Colombia. Tantos recuerdos en esa bello país. Mi primer amor.

Dicen que en la vida tienes tres amores. El que te enseña a amar, el que te rompe el corazón y el amor de tu vida.

Creo que con Manuel vivi los tres.

Lo sé, fue mi culpa (en la gran parte) pero después de ver que él también salía con alguien mas mucho antes de que yo lo hiciera. Me olvide de esa culpa, se convirtió en coraje.

Ahh...Colombia. Cuantas aventuras viví a su lado. La vez que nos escapamos y terminamos...perdidos.

Cuando me propuso matrimonio. Yo lo sentía, iba muy a prisa. Pero como no recordar todo lo bonito que vivimos.

Busque en mi telefono su nombre. Tenía cientos de mensajes y llamadas perdidas de él. En Instagram cada que podía me etiquetaba. Pero ¿para que volver? ¿para que volver a algo que ya no tiene futuro?

En algún momento debemos hablar, pero no por ahora. Estoy segura que todas sus fans me odian gracias a él.

Si tuviera otro corazón, ya lo hubiera quemado con las fotos que tengo. Pero...puede que en algún momento llegue a hacerlo.

Ahogada en mis pensamientos me quede dormida.

—Valentina Torres la joven empresaria Colombiana ¿que hace dormida a estas horas?—entro David gritando a mi habitación y abriendo las cortinas.

—David ¿que haces?—pregunte tallando mis ojos.

—Estas muy joven, guapa y millonaria. Levántate ponte ese vestido—dijo señalando a un hermoso vestido rojo con una sola manga—y sal a conquistar al mundo...y al italiano.

—Claro que si jefe—dije mientras me paraba de mi cama.

Entre al baño, hice lo que tenia que hacer. Tome una mini ducha de solo el cuerpo.

Salí y David ya me esperaba con todo el maquillaje de mundo ponerme guapa. Hizo un maquillaje muy sutil y arreglo mi cabello en ondas. Llevaba unos tacones en color nude y un cardigan negro, para el frío.

—Pareces sacada del clan Kardashian-Jenner.

—Calla tonto. ¿Quieres acompañarme?

—Pero por supuesto. Quien sabe y me encuentre a otro italiano y sea mi Suggar Daddy.

—Claro. Pero con eso—dije mirándolo de pies a cabeza—no vas. En mi empresa la formalidad es lo primero.

David usaba un conjunto de la firma Versace, elegante, pero no formal.

—Dame cinco minutos.

—Te veo en La Cocina.

Baje a La Cocina y mi mama estaba preparando el desayuno.

Esperándote |Manuel Turizo | 2Where stories live. Discover now